Desde hace 3 sexenios no se crea infraestructura vial en Durango
Al menos durante los últimos tres sexenios, poco se ha hecho en Durango capital para mejorar la vialidad urbana. Faltan vialidades, estacionamientos públicos, hay desorden en el control del parque vehicular y más en el transporte público, urgen soluciones para mejorar este rubro, que marca el ritmo de la ciudad, pese a que no se quiera reconocer.
Según cifras oficiales, en las calles, bulevares y avenidas de la capital del estado circulan alrededor de 400 mil automóviles, incluyendo miles de taxis, que, como ocurre en la mayoría de las capitales del mundo, son factor de deterioro en el tránsito y propician su entorpecimiento a diario. Por lo general, en capitales provincianas hasta grandes urbes, como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Paris, Londres o Madrid, son los taxis y el transporte público, los que mayor perjuicio causan a la circulación, sobre todo en horarios específicos.
La vialidad no es fácil de solucionar en las capitales del mundo, porque toda planeación es rebasada por el crecimiento y necesidades de la población, que crecen en forma anárquica, en incontables veces por circunstancias inesperadas, como la emigración del campo a la ciudad, así como de un país a otro, pero también porque no se implementan las políticas públicas necesarias para dar seguimiento puntual y periódico al incremento de habitantes.
Por todo esto, los gobiernos de las grandes ciudades buscan paliativos temporales para solucionar problemas viales actuales y adelantarse al crecimiento de unos años después. En la Ciudad de México se construyeron los ejes viales en la década de los 70’s y las vialidades rápidas en segundos pisos, en la primera década del 2000, por ejemplo.
En Durango faltan vías de acceso rápido. Hay ciudades cercanas, como Aguascalientes que cuentan con tres circuitos periféricos y en el centro de la ciudad no hay embotellamientos, pese a la estrechez de sus calles, porque desde hace decenas de años implementaron el pase de uno y uno en los cruceros. El orden prevalece hasta en las denominadas horas “pico”.
Aquí, el último intento serio por mejorar la circulación vial se realizó en el sexenio de Ángel Sergio Guerrero Mier, con los flujos continuos, en el crucero de la Explanada de los Insurgentes, Central Camionera y bulevard Domingo Arrieta, pero en este momento quedaron la obsolescencia.
Los últimos gobiernos estatales y municipales le han apostado a la construcción de Puentes a desnivel, pero estas obras no le han dado fluidez al tránsito de vehículos, para muy poco han servido los puentes de la Normal, los Gemelos y el último del bulevard Francisco Villa, plagado de corrupción, por cierto.
Entonces, urge mejorar la vialidad en Durango y tal vez debe comenzarse por ordenar el servicio del transporte público, ya que es ineficiente y contaminante; un 25 por ciento de estas unidades motrices circulan sin placas y otro 20 por ciento lo hacen sin el permiso correspondiente, andan en la ilegalidad.
Son necesarias nuevas arterias de flujo rápido y sería muy conveniente la sustitución de autobuses por trolebuses, de preferencia semieléctricos para inhibir la contaminación, es necesario un gran estacionamiento en el centro de la ciudad, que bien podría ser el multicacarariado, desde hace muchos años, puente subterráneo en la Plaza IV Centenario. Hace falta infraestructura que facilite el flujo rápido, porque ya somos más de 700 mil habitantes en Durango y los requerimientos de toda esta población son múltiples,
Ya se sabe que no hay presupuesto para mejorar la calidad de la vialidad en la ciudad, ni para otras cosas, pero las concesiones a largo plazo a la iniciativa privada, porque estas inversiones generan buenas utilidades, podrían ser la alternativa para tener una mejor capital y sin problemas de vialidad.
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