Estaban endosó su escaso capital político a Adán Augusto
En la reciente visita que hizo a Durango Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, no dio lugar a dudas el gobernador Esteban Villegas de que endosó su escaso capital político al “caballo negro” del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque esta “corcholata” es la que más baja puntuación registra en todas las encuestas realizadas hasta ahora, por lo que serían muy escasas las posibilidades de ganar la candidatura presidencial por MORENA y mejor ni se diga de la elección del 2024.
El lazo irrompible, según se observa, que mantienen Adán Augusto López y el gobernador Villegas sugiere una apuesta arriesgada en el escenario político electoral de MORENA, tanto para el propio gobernador en lo personal, como para el estado, porque hasta el momento todas las mediciones coinciden en que el responsable de la política interna del país va muy por debajo de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. Vaya, hasta en su entidad natal, Tabasco, que gobernó hasta hace poco más de un año, ocupa la tercera posición y la desventaja no es menor ante sus otros dos principales contendientes.
De este modo, la estrategia y trato muy cercano de Esteban Villegas con el titular de Gobernación comprometen a Durango, ya que en caso de que no resulte candidato, como todo parece indicar hasta este momento, podrían venir otros seis años de atraso para el estado.
“Apostarle todas las canicas” a Adán Augusto en este momento representa un alto riesgo para el estado, porque las otras “corcholatas”, Marcelo y Claudia, no deben estar muy agradados con la diferencia de trato que están recibiendo del gobierno de Durango. Muy desigual, por donde se vea.
Este fin de semana, Adán Augusto simuló una gira de trabajo por el estado, en la que fue acompañado por Esteban Villegas, pero se trató de una visita electoral. Se utilizaron instalaciones del gobierno estatal, recursos humanos y financieros en cada uno de los eventos que se organizaron para que se luciera este político tabasqueño al que desde dentro del gobierno cuatroteísta se pretende posicionar como “el caballo negro” del proceso interno de MORENA por la candidatura presidencial, pero no está alcanzando para dar la pelea, ni siquiera medianamente competitiva.
El mandatario duranguense está a tiempo de zafarse de este apoyo, a todas luces incondicional, al secretario de Gobernación y dar paso al seguimiento periférico del proceso interno de MORENA. En su carácter de gobernador del estado, está obligado a tratar con todos los aspirantes a la candidatura presidencial, incluso de otros partidos políticos y permitir que cada uno se gane a los duranguenses, sin pretender allanarle el camino a alguno de ellos, como ha insistido en hacerlo con el tabasqueño.
No se le puede quitar el derecho a Esteban Villegas de que tenga un favorito en lo personal, pero al representar a los duranguenses, no puede jugar con fuego y poner en riesgo el futuro del estado, que sería también de su gobierno, iniciado hace 8 meses. En lo político, el gobernador de Durango también está arriesgando demasiado: Su futuro como gobernador de Durango, o sea, su carrera política en este juego de la sucesión, en el que ni siquiera es actor principal su partido, el PRI.
Total, si hay más opciones ¿Qué necesidad de elegir sólo una y, según parece, la peor? Mucho ojo con todo el golpeteo que viene a continuación, como siempre ocurre cada seis años en México, cuando se renueva el Poder Ejecutivo.
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