La elección que viene en el Club Campestre
Fue en 1953 cuando abrió sus puertas a los duranguenses el Club Campestre. Han transcurrido 70 años de la apertura de ese espacio que tanto esparcimiento y bienestar ha proporcionado a miles de familias de la ciudad y de otras que llegaron de fuera para instalarse aquí.
Por cierto, en estas semanas está por renovarse la mesa directiva y es justo reconocer que en mi larga vida como socio del Club y ahora como socio honorario, nunca había sido testigo del avance en infraestructura de las instalaciones, que redunda en mejores servicios en cada una de las áreas deportivas y recreativas, como en este periodo presidido por Fernando Corona, quien busca la reelección para seguir liderando a los socios del Campestre.
De manera que celebro su esfuerzo y dedicación al frente de esta difícil labor en este último periodo y como siempre es mejor que los hechos hablen, en lugar de las palabras, considero humildemente que Fernando debe mantenerse como presidente de nuestro Club un periodo más, junto con su equipo de trabajo, de acuerdo como lo contemplan los estatutos reglamentarios del Club.
El Club Campestre representa un reducto importante en la sociedad de Durango, cada uno de sus integrantes tiene un rol importante en las actividades políticas, económicas o sociales en nuestra tierra, por lo cual es necesario mantener la unidad y trascender como un conglomerado ejemplar en cada una de nuestras responsabilidades y tareas.
Toda esa mezcla de empresarios, comerciantes, profesionistas diversos, políticos, amas de casa, deportistas, representan un segmento muy singular que bien podría abarcar otras trincheras importantes y guiar a Durango hacia la prosperidad.
Mis mejores deseos a Fernando Corona y su equipo en la ya inminente elección, así como mi ferviente llamado a que mantengamos la unidad y salgamos fortalecidos cada uno de nosotros, una vez pasado este proceso de renovación de directiva. Saludos cordiales y mi respeto a cada uno de los socios.
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