Toño Ochoa debe crear su propia ruta; no le ayuda el PAN
En lo que queda del Partido Acción Nacional, el alcalde de Durango, José Antonio Ochoa Rodríguez, es lo que más resalta. La posición natural que ocupa, como gobernante de la capital del estado, lo ubica como el principal figura de su partido, pero está obligado a construir una ruta propia, si quiere seguir avanzando en su carrera política.
Desde que asumió la presidencia municipal de Durango, Toño Ochoa ha estado cerca de la gente, se deslindó del discurso de “la herencia maldita”, de esa línea catrastofista de que no dejaron nada los que estaban al frente del gobierno. Así, sin apoyarse en las excusas, ha ido trabajando con lo que se tiene y consiguiendo recursos donde puede. El caso es que se ha posicionado como un alcalde trabajador y sensible, de reacción rápida ante cualquier problema que surge.
En lo que se refiere a tareas gubernamentales, el alcalde panista ha marcado su propio sendero, uno muy diferente al que recorre el gobierno del estado, que lidera el priísta Esteban Villegas Villarreal. A pesar de que los dos llegaron a esas posiciones de gobierno conformando la coalición “Va por Durango”, cada uno ha marcado su propia vereda y hasta forma de ir caminado.
Aunque siempre hay un PERO, y en el caso de Toño Ochoa, no le está ayudando su partido. Para empezar cuenta con un grupo de regidores que parecen llevar una agenda distinta a la del jefe de la Comuna, no resaltan el trabajo realizado, son lentos en el debate, a la hora defender temas cruciales para el alcalde y, en ocasiones, parecen súbditos de la mayoría priísta. Incluso, le haría muy bien al PAN y al propio presidente municipal, que sacaran de la chistera a Verónica Terrones y entrará en funciones su suplente. La exfuncionaria del sexenio anterior, le genera un daño tremendo al panismo y a Ochoa. No debe seguir vigente en la política panista, ni del estado.
En el Comité Directivo Estatal panista, están ocupados en no incomodar en lo mínimo al gobierno del estado, parecen estar muy pendientes de lo poco que recibirán en la próxima elección, le apuestan todo a seguir en coalición con el PRI, pese al daño que le generan al PAN, pues, con ese criterio, seguirá reduciendo su capital político en Durango.
Frente a este escenario, en su carácter de figura panista y con aspiraciones políticas en su carrera, Toño está obligado a salir de la pasividad y entreguismo oficial en que se encuentra el PAN para crear su propia estructura, su grupo de operadores políticos, porque si no lo hace, su liderazgo y lo que represente será entregado al mejor postor por quienes se apoderaron del Comité Directivo Estatal del PAN, un grupo de vividores dispuestos a ceder en todo y mantenerse en silencio siempre con tal de seguir “viviendo a costillas” del gobierno en turno.
Y no hay mucho tiempo para labrar un destino en política, la alcaldía dura sólo tres años y el último es para consolidar lo realizado y preparar la plataforma de despegue para un nuevo proyecto político, así que hay de Ochoa si no mide bien los tiempos, ni realiza lo que más le conviene.
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