Que primero cobren parejo el agua y después nos comparen con Monterrey.
Desde cualquier valoración básica, quien más agua consuma debe pagar más; así debió haber sido desde siempre. Sin embargo, en Durango las cosas han sido distintas. Aquí hay áreas residenciales cuyos habitantes pagan consumos mínimos e incluso siquiera pagan, sin contar con que el suministro de este recurso ha tenido un tratamiento electoral.
Y, por si todo esto fuera poco, durante los últimos años se ha detectado el fenómeno del “huachicoleo”, lo que hace pensar en un imperioso ajuste en la prestación de este servicio antes que en un incremento a las tarifas, aun cuando todo sea por, como tanto se insiste, “no quedarnos como en Monterrey”, donde este llegó a ser un gravísimo problema.
Y claro, es alarmante que en Durango haya “huachicoleo” con el agua potable, así como lo hay en las gasolinas, según lo denunció desde hace tiempo el actual director de Aguas del Municipio, Rodolfo Corrujedo. Sin solucionar este problema, difícilmente la ciudadanía puede entender la decisión de incrementar las tarifas.
Hay que tomar en cuenta, de igual forma, que el agua con ciertos niveles de contaminación es una constante en el estado y tampoco está garantizado el abasto a la población por siempre. O sea que, efectivamente, se tienen que tomar las medidas necesarias desde ahora para evitar desabasto y encontrar alternativas para consumirla sin daños a la salud.
En estas últimas semanas, el municipio de Durango ha intensificado una campaña de concientización tanto para un mayor cuidado del agua como para que paguen más los altos consumidores. Una empresa de agua purificada o cualquier otro negocio no debe pagar la misma tarifa que una familia en casa, por ejemplo, eso es claro, pero de que hay influyentismo, nadie lo puede negar.
Residencias de funcionarios y exfuncionarios, localizadas en fraccionamientos exclusivos, por años han gastado inmensos volúmenes del vital líquido y ni siquiera cuentan con el medidor respectivo. Otros miembros de las élites políticas mantienen vigente su código de exentos de cualquier pago y eso que poseen inmuebles muy amplios, con jardines, alberca, entre varios etcéteras.
Partidos políticos y líderes sociales también han tenido amplia participación en el suministro discrecional del agua y de sus tarifas; en tiempos electorales la mayoría de los gobiernos municipales en turno han lucrado con los pagos del agua potable. En este sentido, Aguas del Municipio de Durango ha funcionado sólo en teoría como organismo autónomo, pues siempre ha tenido una operatividad sujeta a los intereses de quien gobierna.
Entonces, los justo sería que paguen tarifas más altas quienes más agua consumen y, de paso, regularizar el padrón de los que cuentan con tarifas o descuentos especiales por cualquier motivo. De muy poco sirve entonces cacarear el cuidado del agua y voltear hacia Monterrey, como para evitar las carencias de allá. Antes de mirar hacia esa ciudad, centremos la mirada en la nuestra, que se corrija lo necesario y entonces se implemente una medida viable y funcional para las mayorías,
Cualquier ciudadano a cabalidad debe estar dispuesto a cuidar el agua y pagar una tarifa justa mensualmente, pero si ninguna instancia pone remedio a todos esos factores que han propiciado un uso tan irracional de este elemento, la solución va a tardar mucho y seguiría siendo insuficiente cualquier incremento a las tarifas de agua potable, como el del 20 por ciento que se pretende realizar próximamente. Antes de anunciar algo, deben dar respuestas que convenzan a la ciudadanía, y con hechos, o más bien, con las cifras que aparecen en cada recibo. Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
LAS CONTRADICCIONES Y desacuerdos entre la fracción de regidores en las sesiones públicas Cabildo local están dejando “mal parado” al alcalde José Antonio Ochoa en algunos posicionamientos y la propia agenda diaria, algo deben hacer para funcionar como grupo defensor de los intereses del alcalde… DE PRONTO, A la regidora Cinthya Hernández le brotaron ganas de respaldar todos los incrementos que afectan el bolsillo de los más necesitados y de criticar todas las demás acciones de gobierno. Qué cosa… DE PLANO, NO quiso opinar el alcalde José Antonio Ochoa respecto al proceso de renovación del Comité Directivo Estatal del PAN: “Ahorita estoy encargado de todos los duranguenses”, declaró ayer al término de la sesión de Cabildo.
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