LA RAYA DEL TIGRE.

No baja la irritación social por el cobro del replaqueo.

Si de entrada la sociedad se indignó con el aval del Congreso del Estado para que el gobierno cobre por adelantado el replaqueo vehicular en enero, los absurdos argumentos con los que los diputados locales trataron de defender lo indefendible y justificar su nada ético voto a favor, enardecieron más a la ciudadanía.

Por principio de cuentas, es absolutamente falso que Durango saldrá así de la categorización de semáforo rojo -no amarillo, como citó la diputada Sandra Amaya- en que nos tiene la Secretaría de Hacienda por la falta de pago de la deuda pública a corto plazo, superior a los 12 mil millones de pesos. Ni con todo lo que se recaude del replaqueo, aun cuando se destinara completo a ese objetivo, podríamos dejar esa fase en rojo.

Y, como dijeron algunos legisladores, ese pago es de mil 600 pesos y en el estado hay unos 650 mil automóviles registrados, una sencilla multiplicación de ambos conceptos nos da un total de mil 040 millones de pesos, o sea ni el diez por ciento, insuficiente por donde se le vea para siquiera “tumbarle” un buen cacho a esa deuda tan alta.

Además, por qué aseguran los diputados que llegarán más participaciones federales a Durango de haber mayor recaudación, si estas participaciones son producto de un presupuesto ya aprobado por el Congreso federal; también es inverosímil que de pronto, con esa cantidad, haya obra pública visible en el estado. O sea que los legisladores se enredaron en sus propias explicaciones sin sentido y con esto magnificaron el enojo social.

Ahora, los dieciocho diputados que votaron a favor y también los que se abstuvieron o no asistieron, cargan con el estigma de que le dieron la espalda al pueblo con el que se  comprometieron a trabajar por el mejoramiento de Durango, pero, en lugar de eso, aprueban sin consultar una reforma que nos afectará a todos. Claro que, con esa acción tan deplorable, ellos serán beneficiados políticamente

De la misma manera, dado que el gobierno estatal no anunció, junto con esta iniciativa, un plan real de austeridad ni tampoco presentó un resumen de estas primeras semanas sobre lo que se ha hecho para ahorrar, esto provocó en la sociedad un razonamiento lógico de ¿y nosotros por qué pagamos los platos rotos? ¡Que paguen y encarcelen a los que provocaron el desfalco!

La medida cayó pésimo, pues, y la irritación social no disminuye porque también el momento es abrumador para todos en lo económico en esta etapa postpandemia. Los aumentos de precios siguen en ascenso todos los días, cada vez alcanza para menos y, entonces, la pretensión de cobrar un impuesto con dos años de adelanto es una carga extra que no podemos ni debemos asumir.

Si la apuesta oficial es esperar a que toda la irritación disminuya por sí sola y nos alcance el fin de año con todos sus distractores, en cuanto sea oficial la fecha del pago del replaqueo la gente volverá a protestar con más intensidad. Estamos a un mes de iniciado el sexenio y es muy temprano para afectar el bolsillo de esa manera.

En vez de eso, debe valorarse la magnitud del problema y poner en marcha una etapa de reconciliación social para iniciar en armonía el próximo año. Desatender esta protesta de la inmensa mayoría de duranguenses provocaría un escenario de desconfianza entre gobierno y gobernados, que sería muy difícil cambiar. Al tiempo.

COLMILLOS Y GARRAS

Y LA INDIGNACIÓN ciudadana en redes sociales por este tema no se reflejó en el número de manifestantes reunidos ayer en la Plaza de Armas, antes del mediodía, que no llegó a los 200, aunque se lanzó una nueva convocatoria para asistir al Congreso del Estado este martes a las 10 de la mañana… SE SIGUEN SUMANDO al paro de maestros varias escuelas pertenecientes a la sección XVI del SNTE, por la falta de pago salarial atrasado. En el curso de la presente semana podrían parar decenas de planteles adheridos a esta sección sindical… NO ES UNA ni dos las quejas de personas con discapacidad que acuden a consulta al Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) y son maltratados por personal insensible u omiso, entre ellos, aseguran, el doctor Castruita, de quien muchos pacientes afirman que los regaña y los recibe de muy mal talante. Algo deben hacer las nuevas autoridades del DIF estatal para que haya un trato más digno en ese centro.

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