Cero vigilancia: otra vez los percances automovilísticos en el Centro Histórico
Los accidentes graves e incidentes viales aparatosos durante cada domingo se volvieron sistemáticos en Durango capital y en plena avenida 20 de Noviembre, a la vista de todos. El denominador común es la mezcla de alcohol y volante, la inmoderada velocidad, la no observancia del uso de casco protector o cinturón de seguridad, según sea el caso, pero sobre todo la escasa vigilancia vial.
El pasado domingo 14 del mes en curso, por ejemplo, fue más que notoria la concentración de decenas de motociclistas en la Plaza de Armas, desde las 8 de la noche, la mayoría sin casco de seguridad, ni el conductor ni la acompañante. Muchos de ellos hacían piruetas en los alrededores, otros se iban en veloz recorrido por toda la 20 de Noviembre y no había un solo agente vial, menos de otras corporaciones policiacas.
Hubo momentos en que el tránsito de vehículos se “atascó” y los automovilistas tuvieron que realizar maniobras diversas para evitar el choque con motociclistas que alardeaban entre los vehículos, sin que ninguna autoridad se los impidiera.
En el crucero peatonal de 20 de Noviembre y Constitución, los peatones no tuvieron más que arriesgarse al paso de vehículos y motociclistas para poder continuar su recorrido, con cierto temor de ser embestidos. Es decir, era previsible que algo grave podría ocurrir en cualquier momento en ese entorno de tanta anarquía vial.
Después se supo, ya en las primeras horas de ese lunes, que uno de esos motociclistas había muerto y su acompañante quedó severamente herida en un accidente ocurrido en el crucero de 20 de Noviembre y Carlos León De la Peña. La unidad se hizo pedazos al estrellarse con varios anuncios de señalización que indebidamente dejó la Dirección Municipal de Obras Públicas, luego de que realizó tareas de rehabilitación y mantenimiento en esa avenida principal.
Al día de hoy, ninguna responsabilidad sobre tan trágico percance ha recaído en esta dependencia municipal, que dejó por dos días los anuncios de “hombres trabajando”, a pesar de haber concluido por completo la obra en ese tramo.
Y este domingo, de nueva cuenta, también en 20 de Noviembre y Zarco, un automóvil se estrelló contra una tienda de deportes en ese crucero y, tal era la velocidad, que se metió al local , con saldo de seis menores de 20 años lesionados, o sea los ocupantes del vehículo, así como miles de pesos en daños materiales.
¿Qué sigue? ¿Por qué no se pone orden? ¿Quién dio la instrucción para que los agentes viales no trabajen los domingos? Si en la avenida más céntrica de la capital del estado se están registrando estos fatídicos percances automovilísticos ¿Qué estará ocurriendo en otras áreas urbanas, como las avenidas periféricas?
Apenas unas semanas atrás, el Ayuntamiento de Durango presumió una reducción superior al 50 por ciento en los accidentes protagonizados por motoclistas, sobre todo después del operativo implementado para sancionar a conductores sin casco protector, sin licencia para conducir estos vehículos, o con falta de placas.
Sin embargo, los hechos recientes demuestran que este operativo fue un fracaso absoluto, al menos en lo que respecta a la disminución y prevención de accidentes, aunque tal vez en lo recaudatorio la medida dio un resultado distinto.
En Durango no puede continuar este caos vial, en particular los fines de semana y en lugares donde tantos paseantes concurren. Nadie es dueño de las calles y las autoridades necesitan poner orden y sancionar a los que desprecian su vida y la de otros también.
Y para que esto suceda se requiere, claro, ver de nuevo a los oficiales trabajar los domingos, aun a sabiendas de que eso no garantiza la civilidad al volante, pero cuando menos inhibe tanta irresponsabilidad de ciertos individuos que, manejando un vehículo, ya sienten que esta sociedad no los merece.
COLMILLOS Y GARRAS
AYER FUE EL Día Mundial de la Tierra, una fecha en que se nos recuerda a la población en general la importancia de respetar y proteger el ambiente, principalmente los animales. Aquí, debió ser motivo para dar a conocer el resultado de la investigación sobre el ecocidio ocurrido en el Club Campestre, en el que al menos 30 perritos fueron salvajemente envenenados, así como decenas de ardillas, ardillones, tlacuaches y demás fauna amigable… SE TRATÓ DE un criminal atentado al ecosistema de esa zona de la ciudad y lamentablemente no hay un solo responsable de ese inhumano hecho que mantiene en indignación a quienes luchan por el respeto a la vida animal y hacen esfuerzos por mejorar el ambiente… LA DIRECCIÓN MUNICIPAL de Medio Ambiente se deslindó de la investigación y sostuvo que la dependencia responsable de tomar el caso y sancionar a los culpables es la Fiscalía estatal, porque el maltrato animal es un delito, de acuerdo al Código Penal. Como sea, debemos seguir pendientes de que este caso no quede en la impunidad. Es necesario seguir exigiendo justicia, porque culpables hay; no fue un rayo lo que mató a esos indefensos animalitos.
CUENTA EN X: @rubencardenas10
Pero si en Durango hace mucho que carecemos de un auténtico director de Tránsito y esto lo vemos en el hecho de por cualquier feria o festival los propios gobiernos municipal y estatal presentan los eventos musicales en el mero centro de la Ciudad, cerrando las calles de esta área, cuando Durango en cuanto a vehículos automotores ya está muy saturado. Luego, por elemental sentido común procede presentar esos eventos en otros espacios, como el Auditorio del Pueblo, entre otros. Ya Durango ha crecido tanto que el Auditorio, que antes se nos hacía lejos, hoy ya llegamos a él a pata. Con gobiernos como los de cuotas y de cuates que seguimos padeciendo, accidentes como el que es objeto de este comentario seguirán ocurriendo, y cada vez con mayor frecuencia. Cómo quisiéramos que se consejo ciudadano que encabeza Jorge Clemente Mojica Vargas fuera realmente tal, no una agarradera para que su hijo llegue a diputado y a un congreso que sobre todo en los últimos seis años en absoluto fue una representación ciudadana. Remember Aispuro…..