Ahora la decadente Policía Montada representa un riesgo para la ciudadanía
La Policía Montada, un cuerpo de vigilancia municipal creado décadas atrás con responsabilidades casi exclusivas en los Parques Guadiana y Sahuatoba, dejó de ser eficaz y garante de la seguridad ciudadana, entre otros motivos por la falta de preparación y ética de algunos de los elementos que hacen quedar mal a toda la corporación.
Empero, la violencia injustificada llegó a su límite este lunes, cuando un elemento de la Montada hirió de bala a una perrita simplemente porque le ladró a su paso, hecho que trascendió porque fue captado en video y difundido en redes sociales; después, por fortuna, también fue denunciado penalmente.
Ataques tan indignantes como este no son aislados, aunque de pocos se sabe, y lo primero que uno piensa es cómo un individuo tan violento forma parte de una corporación en la que la ciudadanía debería confiar y cuántas veces han ocurrido estas cobardes acciones fuera del ojo público.
Además, hay una delgada línea entre herir así a un animalito indefenso y ser capaz de perpetrar otras agresiones contra quien se le cruce en el camino y le caiga mal, sea perrito, gato, o cualquier otra especie.
Además de agresión exacerbada y cobardía, este suceso confirma el desconocimiento del policía para aplicar protocolos en imprevistos ordinarios, ya no se diga frente a situaciones de alto riesgo. Si utilizó su arma de esa deleznable manera contra una pequeña perrita, significa que no está preparado para reaccionar ante la mínima eventualidad.
Cuando se creó la Policía Montada, en la década de los ochentas, el objetivo era brindar seguridad en áreas de difícil acceso a vehículos, por lo que policías a caballo se encargaron de vigilar los Parques Guadiana y Sahuatoba, alrededores de la Presa Garabitos, zonas de la colonia La Virgen, el área aledaña la que hoy ocupa el Colegio Cumbres, así como los fraccionamientos Cerro de los Remedios y Lomas del Parque.
Al crear ese cuerpo policiaco, el principal requisito para los elementos consistía en saber montar a caballo; todo lo demás fue secundario y, al parecer, este criterio que debía tener otros añadidos persiste a la fecha.
Entonces, en todos estos años hemos visto a los cabalgantes de azul andar por las pistas de los corredores y caminantes, sin mucho cuidado por cierto, y no siempre con los mejores modales como para hacerse a un lado y dejar la pista libre. Vigilar no es invadir.
Suelen andar cuesta arriba en el Cerro de los Remedios, pese a la dificultad de los caballos al pisar el pavimento con las herraduras metálicas. Es decir, en todo este tiempo, al parecer, ni siquiera se les ha instruido las rutas que deben emprender para cumplir su tarea preventiva.
Si los agentes preventivos de la Montada conocieran el reglamento municipal para mascotas, lo mínimo que harían es exigir el uso del collar y correa para todo aquel que decida llevar a pasear a su mascota. También debieran ser aptos en conocimientos mínimos para ahuyentar a un can que le ladre al caballo, aunque no es que sea muy peligroso.
En otros países, la figura de una Policía Montada como la de Durango es extinta. Los parques son custodiados por agentes montados en cuatrimotos, motocicletas y vehículos razors; a los caballos se les dejó fuera de esas labores y de otras que podrían estar relacionadas incluso con maltrato animal.
Sería una exageración exigir un cambio radical de esta corporación para colocarla al nivel de otros países, pero cuando menos urge capacitar a estos policías a fin de que no representen un riesgo para los animales que se les atraviesen y para las personas que visitan estos lugares, los más concurridos de la ciudad.
No basta con que haya sido separado de sus funciones el policía agresor de la perrita baleada y que este siendo investigado por el área de Asuntos Internos de la Dirección Municipal de Seguridad Publica. Se trata de que no vuelva a ocurrir un hecho similar y de que este decadente cuerpo policiaco tenga, por lo menos, nociones de eficiencia mientras lo alcanza la transformación o, en su caso, desaparición. Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
UNOS 300 EMPLEADOS MUNICIPALES de Cuencamé acudieron ayer al Congreso del estado para demandar soluciones a su situación laboral, tras un año de haber sido despedidos, aparentemente sin justificación alguna. El Tribunal Laboral Burocrático no ha resuelto el caso en todo este lapso… Y COMO “SIN querer queriendo” en pleno proceso electoral arrancará el programa asistencial Tarjeta Madre, que debió iniciar desde el año pasado. Falta ver la opinión de las autoridades electorales sobre este programa… YA SIN FONDOS para gasolina, la mayoría los vehículos de la Secretaría de Salud están estacionados y quedó suspendida la vacunación en distintas áreas del estado. De igual manera, empresas farmacéuticas están a punto de no abastecer medicamentos a esta dependencia porque el adeudo es millonario y no hay garantía de que se les pague al menos en abonos.
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