LA RAYA DEL TIGRE

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Para nada está en manos de Claudia Sheinbaum una reforma migratoria

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Durante la visita que la coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T, o sea Claudia Scheinbaum,  realizó el fin de semana a Los Ángeles, donde viven unos 3.5 millones de migrantes mexicanos, se enteró de primera mano de los añejos problemas que aquejan a esa  comunidad tan débilmente apoyada por los sucesivos gobiernos de este lado.

Durante la reunión en el teatro Million Dollar, los y las asistentes pidieron a la virtual candidata presidencial que trabaje con el gobierno de los Estados Unidos en favor de la implementación de una reforma migratoria, justo la principal demanda que le han hecho por años a cada presidente mexicano, aun a sabiendas de que no se trata de una decisión unilateral, por supuesto.

Actualmente, unos once millones de indocumentados, la mayoría mexicanos, mantienen una esperanza -que se enciende y se apaga, dependiendo de las decisiones en Washington- de acceder a un estatus legal en el país donde trabajan y pagan impuestos, a cuya economía contribuyen sostenidamente.

Y esa esperanza no muere, a pesar de las promesas poco sustanciales de Barack Obama y Joe Biden en años recientes, quienes tampoco pueden tomar ciertas decisiones en solitario, sino que dependen de un Congreso bipartidista en el que los republicanos nunca han tenido disposición de aceptar una reforma que apoye la migración legal.

Donald Trump alentó como presidente un discurso xenofóbico y con eso esparció una sombra de desconfianza de algunos sectores hacia los mexicanos, algo que todavía se mantiene y que incluso ha ido creciendo con el grave problema del tráfico de opioides y su consumo descomunal entre la población joven de los EU.

Durante el periodo de Obama, si bien es cierto que no se cumplió la promesa de una reforma migratoria amplia, sí se abrió, a través de DACA, el camino para los “dreamers” (jóvenes que, siendo niños, cruzaron la frontera sin documentos, pero siempre han vivido en suelo estadunidense), un segmento conformado por cerca de un millón de migrantes, mayoritariamente mexicanos.

A estos jóvenes “soñadores” se les otorgaron facilidades para estudiar, trabajar e involucrarse en la sociedad norteamericana con el objetivo de alcanzar la residencia legal y después la ciudadanía, pero la batalla de los legisladores Demócratas al final no tuvo éxito frente a los Republicanos y el proyecto quedó en suspenso.

Llegó al poder Trump y, aun cuando no aniquiló por completo el proyecto “Dreamers”, sí lo redujo al mínimo y hoy está en franco riesgo de quedar sin efecto, lo que dejaría en un limbo legal a todos esos jóvenes que, naturalmente, ya están más identificados con la cultura de aquel lado que con sus raíces mexicanas.

En este marco retrospectivo, Claudia Scheinbaum no pudo dar soluciones o prometer mucho: se concretó a convivir con sus interlocutores, a escuchar las peticiones y quejas, entre ellas respecto a la burocracia que padecen para llevar a cabo sus trámites ante el consulado.

Y tal como se ve el panorama en EU, con un inminente proceso electoral para renovar la presidencia, una mayoría republicana en la Casa de Representantes, además de un inesperado proceso de guerra en Oriente Medio, no será fácil que el tema de la reforma migratoria sea siquiera contemplado en la próxima agenda parlamentaria.

Por todo esto, los aspirantes presidenciales que visiten suelo norteamericano, comenzando por Claudia Sheinbaum – porque a ella le hicieron formalmente la petición- deben ser realistas y conducirse con honestidad en estos asuntos, o sea, aclarar lo que es o no de su competencia, aunque esto no les atraiga muchos votos.

Es lo mínimo que merecen esos mexicanos que tanto han contribuido también con nuestro país, empezando por las remesas, que representaron el ingreso de 61 mil 232 millones de dólares en los últimos doce meses, según el Banco de Mexico. Si no hay otra forma de ponerse a mano con los connacionales de allá, al menos hay que hablarles como requieren, con absoluta verdad.

COLMILLOS Y GARRAS

LA BROMA DOMINGUERA la soltó ayer el PRI durante su reunión de Consejo Político Estatal, al asegurar que “está unido y fuerte” de cara al proceso electoral del 2024. En ese encuentro se determinó el método de selección para las candidaturas a los 15 distritos electorales locales, la cual será, como se sabe, la de “palomear” las listas por quienes están en el poder, nada más… ESTAS CANDIDATURAS A diputaciones locales serán las más peleadas en el PRI, ya que las correspondientes a diputaciones federales y al Senado tendrán mayor riesgo y pueden írseles de las manos… EN LA SELECCIÓN de los candidatos a diputados locales, el PRI deberá compartir espacios con el PAN y el PRD, socios electorales con los que decidió aliarse para contender. Más temprano que tarde surgirán los primeras confrontaciones, con toda seguridad.

TWITTER: @rubencardenas10

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