Este mismo año, al conmemorarse el 460 aniversario de la ciudad de Durango, el gobernador Esteban Villegas y el alcalde José Antonio Ochoa anunciaron obras públicas como regalo a los duranguenses, que costarían alrededor de 50 millones de pesos.
El compromiso consistió en remodelar y rehabilitar paseos, corredores, puentes, plazas y vialidades del centro histórico, así como ponerle mano a los principales accesos a la ciudad; sin embargo, a tres meses del anuncio, algunos de estos trabajos siguen en espera.
En concreto, se prometió remozar El Baluartito y rehabilitar los puentes de Analco y de La Familia, sobre todo los elevadores que dejaron de funcionar a pocos días de su inauguración, en el sexenio de Jorge Herrera Caldera.
Esos elevadores quedaron inhabilitados entonces y así los dejaron hasta la fecha; o sea que la millonada que costaron de nada sirvió y tampoco hubo cuentas claras de ese dinero. Sólo no funcionaron y ya, sin explicación alguna para los duranguenses.
Respecto a paseos y luminarias, el compromiso es sustituir el alumbrado en Las Alamedas, el acceso al paseo El Pueblito y su fuente, el mejoramiento del Corredor Analco en los cableados que habían sido vandalizados, el Corredor Constitución en ciertas áreas y el rescate de la Plaza Hito, en su iluminación y en el sistema del riego de jardines.
De la misma manera, en cuanto a plazas y fuentes, se anunciaron trabajos en la Fundadores, junto con las fuentes de los bulevares Domingo Arrieta y Dolores del Rio, como también en las vialidades del centro y la fachada del teatro Victoria.
Entre los accesos a la ciudad que deben ser rehabilitados, de acuerdo a esa programación, se mencionó la salida a la Ciudad de México, al Mezquital y la vialidad Gómez Morín, distribuidor vial 5 de Mayo, Vialidad Puerto Ensenada y la avenida 20 de Noviembre.
Ahora bien, debe decirse que ya iniciaron las obras de remodelación y rehabilitación de las fuentes en el bulevard Domingo Arrieta y se entregó pavimentado el acceso principal al 5 de Mayo; además, se realizan mejoras muy necesarias en el Corredor Constitución y se están reemplazando las luminarias inservibles en algunas áreas, pero se observa difícil que todo lo que falta se materialice en este último tramo del año.
De igual forma, ni el gobernador ni el alcalde precisaron la responsabilidad que le tocaría a cada nivel de gobierno en el arranque y finalización de toda esta obra pública en la ciudad, así como tampoco la parte proporcional de los 50 millones de pesos destinados a tal fin.
Es de resaltar que en aquella ocasión se prometió que habría más anuncios sobre el tema, porque el aniversario de la ciudad no significaba cualquier cosa y, además, era notoria la falta de mantenimiento en todos estos sitios, muchos de ellos considerados atractivo turístico.
Cierto es que la adversidad económica ha sido el problema en este arranque de gobierno, pero el cuidado de la infraestructura urbana es prioritario y, si el interés de las autoridades va alineado con eso, debe irse viendo claro, porque a todos nos interesa vivir en un mejor entorno; lo merecemos como duranguenses.
COLMILLOS Y GARRAS
FUE AYER DÍA de la Raza, establecido en conmemoración de la llegada de Cristobal Colón a América un 12 de Octubre de 1492. Con los años, no sólo en México, sino en distintos países latinoamericanos, la fecha se ha vuelto controversial, incluso de rechazo, dado que la figura de los colonizadores es cada vez menos popular… EN LA CIUDAD de México, por ejemplo, durante los últimos años la estatua de Colón ha sido objeto de pintas y vandalismo para expresar tal rechazo; en cambio, adquieren relevancia los monumentos dedicados a personajes representativos de los pueblos originarios… EN DURANGO, TENEMOS una estatua del colonizador Francisco de Ibarra, en la avenida Gómez Morín y bulevard Luis Donaldo Colosio, cerca de las oficinas del Ayuntamiento, pero nadie manifiesta ni enojo ni aprecio, es como si no existiera.
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