Fue EU, no México, el que encarceló a García Luna
No nos equivoquemos. Los norteamericanos son quienes declararon culpable a Genaro García Luna de la comisión de 5 delitos, por los que podría alcanzar una sentencia de cadena perpetua. Las autoridades mexicanas nunca lo llamaron a cuentas, aunque su negro paso por las instituciones de seguridad ameritaba un castigo ejemplar.
Entonces, eso de que el siguiente en ser juzgado es Felipe Calderón y luego Vicente Fox, no deja de ser una afirmación “aspiracionista”, porque no se ve por dónde, cómo o cuándo vaya a pasar, dado que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha mostrado verdadera convicción por encarcelarlos, pese a su compromiso por hacerlo.
De manera que, si la justicia estadunidense encontró responsable a García Luna, cercanísimo colaborador de Calderón y destacado funcionario con Fox, de varios delitos que lo pueden mantener en prisión perpetua en ese país, no implica que en forma automática se le vaya a iniciar proceso a uno o a los dos expresidentes panistas.
Y es que, tan pronto como se dio a conocer el veredicto del jurado en contra el extitular de Seguridad Pública en México en tiempos de Calderón, como si se tratara de un logro del gobierno mexicano múltiples voces se alzaron y desataron polémica sobre “pésimas noticias” para los exmandatarios, sobre todo respecto a Felipe Calderón.
Ya se sabe que es Calderón quien presume, en cualquier foro que puede, su supuesta guerra contra los cárteles de la droga y lo siguió haciendo después del veredicto a García Luna, su principal aliado, que resultó ser un fiel colaborador y facilitador de las operaciones de los principales capos en México. ¿De qué se jacta entonces el expresidente?
O sea que, en una actitud cínica, Calderón salió al paso de los señalamientos y emitió un comunicado en el que dijo ser blanco de críticas e incluso lamentó que había quienes trataban de lincharlo políticamente. Lo que no aclara, ni antes ni ahora, es qué rol tenía García Luna en su sexenio y si podría ser culpable o no.
Por supuesto que más de medio México se alegró del veredicto, porque aquí nunca hubo dudas sobre las fechorías del exfuncionario, como tampoco las hay sobre una posible responsabilidad de ambos expresidentes panistas en todo ese turbio caso, pero la justicia mexicana no da señales de que los perseguirá y por eso siguen tan campantes.
Hasta hoy, luego de más de cuatro años del sexenio de AMLO, no ha habido acciones concretas de cumplir esta promesa de campaña. En ese tema, el gobierno de López Obrador ha sido muy bueno para responsabilizar, pero muy malo para sancionar.
Ni Enrique Peña Nieto, quien públicamente ha mostrado una vida de glamour en España a partir de que dejó el cargo, ha sido llamado a rendir cuentas por episodios tan tristes y lamentables, como el caso de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Por lo avanzado de la administración de López Obrador, tal parece que no se actuará contra los expresidentes y entonces la bandera de la impunidad seguirá ondeando por todo lo alto; en ese panorama, aun cuando algunos se desgañiten vociferando que siguen Calderón y Fox y que pronto habrá justicia, no los veremos en el banquillo de los acusados.
Así pues, todo lo ocurrido con Genaro García Luna es y seguirá siendo una cuestión de la justicia norteamericana, porque aquí les dejamos ese paquete a ellos y nuestra justicia prefiere ignorar los daños directos y colaterales, aunque nos duela reconocerlo. Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
POR INEPTITUD FUE despedida la directora de Recursos Materiales de la Subsecretaría de Administración del gobierno del estado, Erika Monárrez. No tenía el perfil ni la experiencia para encargarse de las compras de la administración, por lo que afloró muy pronto esa falta de preparación para semejante responsabilidad. Se debe revisar el desempeño de otros funcionarios estatales… SE HAN TARDADO, por ejemplo, en despedir a Lourdes Mora de la Entidad de Auditoría del Congreso local y, de ocurrir, su salida debe ir acompañada con la respectiva indagatoria por tanta omisión hacia los malos manejos de muchos funcionarios del sexenio pasado; incluso ella misma reconoció públicamente haber fallado en su trabajo… DE HECHO, TAN mal desempeño, además de su innegable cercanía con la expareja del Bicentenario, podrían incluso configurar un escenario de encubrimiento, lo cual es delito.
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