¿Nadie nos puede defender de Aeroméxico, entonces?
Y resulta que nada se puede hacer para que Aeroméxico acepte bajar sus impagables costos con destino a la Ciudad de México, el más recurrente para los duranguenses, quienes deben pagar alrededor de 9 mil pesos por viaje redondo y eso si compran el boleto con la suficiente anticipación.
A la oleada inicial de quejas respecto a la arbitrariedad en que incurre Aeroméxico con los viajeros duranguenses, se han ido uniendo casos en redes sociales sobre personas que ya mejor no vienen a su tierra debido a la falta de alternativas por aire y no se diga los problemas que puede haber si se viaja por tierra, dado que se atraviesan zonas de riesgo.
Y, pese a las diversas reacciones y versiones posteriores a estas denuncias públicas, Aeroméxico no se ha pronunciado, pero se infiere que tampoco moverá sus altas tarifas, al menos a corto plazo, basada en la seguridad de que ninguna otra empresa estaría interesada o capacitada para ofrecer vuelos diarios a CDMX.
Por su parte, la secretaría de Turismo estatal contactó a los ejecutivos de esta empresa aérea, pero ellos se limitaron a decir que los precios van en relación directa con la mínima anticipación con la que los duranguenses suelen comprar sus boletos, por lo que simplemente recomendaron adquiridos con más tiempo.
La verdad es que esta nada convincente explicación difícilmente aplica, porque la necesidad de viajar no necesariamente tiene fechas ni horarios fijos y, si bien es una regla global que a mayor anticipación de compra mejor es el precio, también debería haber tarifas regulares más accesibles a un destino tan socorrido como la capital del país.
De acuerdo a declaraciones de Elisa Haro, titular de Turismo estatal, se mantiene el diálogo con las líneas Volaris Airbus y TAR para que consideren dentro de sus próximas fechas y rutas a Durango, pero tendrá que ser hasta el año entrante, porque estas empresas compraron nuevos aviones y no les han llegado, o eso aseguran.
Lo curioso es que ambas aerolíneas ya proporcionaban sus servicios en Durango antes de la pandemia y ni entonces les iba mal, sin necesidad de esperar nuevas unidades; mucho mejor les iría ahora que viajar por aire a CDMX no siempre es un lujo, sino una necesidad, en muchos casos incluso médica.
En fin, antes de la emergencia sanitaria, se había logrado que otras aerolíneas operaran destinos a la capital del país y viceversa, lo cual propició una competencia que trajo como consecuencia una baja en las tarifas, pero ahora la situación cambió y, al apropiarse un monopolio de la plaza, hace lo que quiere.
De cualquier forma, si bien la autoridad encargada de intervenir directamente para evitar los excesos y abusos de Aeroméxico en Durango es la PROFECO, de igual forma las autoridades locales correspondientes deben “apretar” para que este tema se resuelva. Mientras tanto, a los ciudadanos nos toca seguir insistiendo en un ajuste a esos precios escandalosos, antes de quedarnos más aislados. Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
SE REGISTRÓ ASISTENCIA multitudinaria al recinto ferial este miércoles, en gran parte por la presentación del dueto Ha-Ash, que siempre jala mucho público de todas edades, aunque cientos de personas no pudieron llegar por el abigarrado tránsito vehicular; hubo quienes hicieron casi dos horas del centro a la feria y media hora más en encontrar estacionamiento… DESDE HACE ALGUNOS años, en ciertos días de conciertos muy esperados, el colapso en la circulación vehicular es la constante, porque no se han construido accesos suficientes desde ningún punto de la ciudad hacia la FENADU. Es deseable que para el año siguiente se tomen las medidas preventivas necesarias para una mayor fluidez… POR CIERTO, LA celebración del aniversario de Durango capital concluye este fin de semana y es probable que también miles asistan el último día. Esperemos que prevalezca la buena organización, así como la abundancia de beneficios para el público consumidor, los expositores y comerciantes, los turistas y las familias en general.
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