Se robaron el dinero para domos en escuelas, pero la corrupción sigue
De los 5 mil planteles de educación básica en Durango, sólo un 30 por ciento cuentan con un domo; es decir, unas 3 mil 500 escuelas carecen de esta parte tan importante en la infraestructura escolar, sobre todo ante esta ola de calor en el estado.
En teoría, la totalidad de planteles deberían tener un domo, pero durante los últimos dos sexenios se llegó a pagar el doble o triple del costo de cada uno; por eso no alcanzó el presupuesto para cubrir el 100 por ciento.
Según el subsecretario de Educación Básica, Rolando Cruz, la gran mayoría de las escuelas de primaria en Durango carecen de un domo y es máxima la urgencia para que se instalen cientos en planteles de municipios del semidesierto y en otras zonas del estado, como también en la zona sierra, aunque ahí las grandes arboledas disminuyen la necesidad de contar con un espacio de sombra.
No explicó el subsecretario de Educación que la dependencia encargada de construir los domos en las escuelas primarias es el Instituto de la Infraestructura Física Educativa (INIFEED), lo que antes era el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), que coordina acciones con el Instituto de Infraestructura Física Educativa del Estado de Durango.
La cuestión es que no se coordina con la Secretaría de Educación estatal, porque resulta que Durango es uno de los muy pocos estados del país que mantiene al INIFEED sectorizado a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, no a Educación, como debería ser, porque son las autoridades educativas las que conocen el funcionamiento y necesidades de cada plantel educativo.
En el pasado sexenio, por ejemplo, aprovechando que el INIFEED es apéndice de SECOPE, en esta dependencia se creó un programa especial precisamente para construir domos en escuelas y se colocaron donde lo ordenó el entonces titular de Obras Públicas, Arturo Salazar Moncayo, por supuesto que con jugosas ganancias de por medio.
Un domo para una cancha de basquetbol, que es el común en las escuelas locales, de acuerdo a estimaciones de constructores locales anda en unos 800 mil pesos, pero las autoridades de los dos últimos sexenios los etiquetaron en un millón 800 mil pesos y en ocasiones todavía más caros.
Oficialmente ordenaron la instalación de bebederos con filtros y de tinacos para que no padecieran sed los estudiantes de los niveles básicos de educación; cada bebedero tuvo un presupuesto de 65 mil pesos, pero los instalaron con materiales baratos, sin filtros ni tinacos, sólo dispensadores de agua, con un costo que ni siquiera se aproxima a los 15 mil pesos.
La corrupción en la construcción de obras en escuelas sale a la luz y no concluyó en el pasado sexenio. Hoy por hoy, el Instituto de la Infraestructura Educativa del Estado es una de las dependencias con más señalamientos en la Auditoría Superior de la Federación, porque mantiene decenas de obras sin concluir, pese a que tuvo todos los presupuestos en tiempo y forma. Del programa Escuelas al 100, que concluyó hace por lo menos tres años en el país, aquí todavía hay obras pendientes, entre otras.
El INIFED envía a su contraparte de Durango recursos del Ramo 33 para programas específicos y remanentes que no vienen etiquetados, por lo que son empleados en necesidades de infraestructura básica en escuelas, como los domos, conectividad, equipamientos, etcétera.
Por su lado, el gobierno del estado otorga también al INIFEED (local) recursos adicionales del Ramo 33, pero la operatividad del Instituto no mantiene coordinación directa con la Secretaría de Educación; de ahí que la mayoría de las escuelas tengan carencias de infraestructura prioritaria, como domos y bebederos, baños, entre otras.
Lo más grave es que uno de los principales generadores de corrupción en el INIFEED y responsable de que incontables obras se hayan quedado sin concluir sigue activo en la dependencia en el actual sexenio y es quien supervisa cada proyecto, decide su procedencia y encamina cada licitación según le conviene.
Se trata de Jorge Luis Guzmán R., quien fue despedido en el 2019, durante el régimen de José Aispuro Torres, cuando se desempeñaba como jefe del Departamento de Construcción y Supervisión en el Instituto, donde trabajaba desde que era CAPFCE.
Ninguna estimación de constructores avanzaba a las áreas administrativas si no llevaba su firma. Él decidía también los pagos a las obras encomendadas. Desde entonces echó raíces la subcultura del “moche” y, pese a todo esto, el actual director del INIFEED, Emanuel Del Palacio, lo primero que hizo después de tomar posesión fue, ni más ni menos, recurrir a Guzmán para que fuera su segundo de a bordo.
Así que con todo y que haya un presupuesto de 400 millones de pesos para obras en escuelas primarias en este año, será difícil que nuestros estudiantes de los niveles básicos de educación cuenten con domos y otros beneficios en sus escuelas, porque tal parece que estamos ante “la crónica de una corrupción anunciada en el INIFEED”. Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
POR DESGRACIA, SÓLO el 0.01 por ciento de los delitos por maltrato animal se castigan en Durango. Hay demasiado por hacer al respecto, pero los primeros que debemos concientizarnos de poner un freno a esta violencia somos los ciudadanos. Dan pena las imágenes de estudiantes del ITD sólo observando y hasta medio sonrientes cuando ese vagabundo del que tanto se ha hablado maltrata a un perrito ¿Qué tienen en la cabeza esos estudiantes técnicos?.. INICIÓ AYER EL verano y se registró el solisticio 2023, el día más largo del año, además de muy caluroso, aunque no llegamos a los 40 grados centígrados, como anteriormente… MUY POCA TRASCENDENCIA tuvo el repique de campanas a las 3 de la tarde, en este inicio de semana, en todas las iglesias católicas del país como protesta por tanta violencia en el país. Urgen más acciones que acaparen el interés de las autoridades de todos los órdenes de gobierno para inhibir este problema tan severo en la mayor parte de los estados del país.
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