¿Y dónde estaban los encargados de la vigilancia en el Parque Guadiana?
Indignante a más no poder que manos destructivas hayan vandalizado el Parque Guadiana luego de las celebraciones del Día del Niño; simplemente no hay excusa ni motivo. Debe decirse, sin embargo, que las pintas en paredes con “grafitti” y el daño severo en cuando menos una docena de bancas a lo largo del acceso que comunica este espacio con el Parque Sahuatoba, no pudieron ocurrir en un minuto ni en un pequeño descuido.
Más bien, tanto perjuicio sugiere que había poca o nula vigilancia a esa hora de quienes tienen la responsabilidad de hacerlo -que no es un velador o dos, porque no podría hacer rondines- cuando el principal sitio de recreo en nuestra ciudad debe tener supervisión constante de las autoridades, en particular porque cada semana lo visitan unos 25 mil paseantes en promedio y eso demanda no quitar el ojo de cada área.
Es de esperarse que se investigue la autoría de estos destrozos y se castigue a los responsables, según lo exigió ayer el titular de la Dirección Municipal de Servicios Públicos, Emiliano González Martínez. Son hechos que no pueden quedar en la impunidad.
Ahora bien, si necesariamente los autores de estos destrozos estuvieron dentro del parque por un buen rato y se “dieron vuelo” en su absurdo y dañino vandalismo, ¿por qué nadie los vio, fuera a la hora que fuera? ¿Hay elementos de la policía asignados para un horario nocturno, durante el cual pasan esas y otras cosas?
Sin duda, la seguridad de nuestros parques debe ser revisada. Es muy fácil constatar, aun en una sola visita al Parque Guadiana, que los agentes de la Policía Montada desconocen protocolos elementales de seguridad, antes y ahora.
Transitan por la pista en la que decenas de personas corren o hacen caminata. No son áreas por las que deben andar los policías a caballo; pero es notorio que nadie los ha instruido para que hagan su trabajo casi sin ser notados, como es lo correcto.
Es más, en estricto apego a una seguridad eficiente y de respeto al cuidado de los animales, ya ni siquiera deberían ser utilizados caballos para vigilar los parques de la ciudad; en todo caso, deberían comisionar agentes en bicicleta o en cuatrimotos, por las condiciones del terreno.
De la misma manera, tal vez sea necesario reforzar el número de elementos policiacos, sobre todo en los horarios más concurridos, que bien podría ser cuando acaba la luz del día. Esta vez los daños tienen remedio (y ya se lo están poniendo), aunque no debieron pasar, pero si la vigilancia sigue siendo deficiente, no se descarta que otros vándalos quieran imitar estas acciones.
Urge, entonces, mejorar la seguridad y, de paso, el mantenimiento en parques y áreas verdes de la ciudad, pues pueden convertirse en lugares visitados no sólo por deportistas, sino en espacios propicios para el acoso a mujeres o incluso reuniones de pandillas ya cuando cae la noche y no hay quien vigile quién pasa o qué sucede.
También, a los jardines les urge riego y se ven áreas que fueron verdes y hoy lucen marchitas, la pista para trotar representa hasta riesgos de lesión para los deportistas; le falta pintura a la infraestructura. Da pena, pues, lo que está ocurriendo en nuestros máximos paseos de la ciudad y también lo que no se está haciendo.
COLMILLOS Y GARRAS
Y EL SUICIDIO sigue en alarmante ascenso en Durango. Tan sólo en este último fin de semana se registraron cuatro, hasta sumar 61 en lo que va del año. El promedio se mantiene en más de tres sucesos por semana, un promedio altísimo en relación a la media nacional… LA COMISIÓN ESTATAL de Derechos Humanos atenderá las quejas que tienen los alumnos de la Facultad de Medicina y Nutrición de la UJED contra algunos docentes de la institución, pero nada pasará a menos que se tomen acciones contundentes… SE ESTÁ INVESTIGANDO el hallazgo de restos humanos calcinados en el predio La Huerta, de esta ciudad, este fin de semana. Los indicios advierten una brutal ejecución, pero es necesario comprobar el resultado de las indagaciones.
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