LA RAYA DEL TIGRE

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No hay túneles en Durango, por más que nos gustaría tenerlos 

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En Durango no hay túneles, menos esa mítica red de túneles de la que se sigue hablando, reforzada por algún hecho aparentemente en favor de esa teoría, como el hallazgo en avenida 20 de Noviembre y Blas Corral. Y esto no lo dice un servidor solamente; es la conclusión de expertos en construcciones subterráneas contratados por el entonces gobernador José Ramírez Gamero (1986-1992).

Entonces, el reciente hallazgo de la supuesta obra subterránea por parte de un usuario de redes sociales que difundió el video, simplemente sirvió para exhibir la falta de conocimiento histórico de la ciudad capital que tienen las autoridades encargadas de promover el turismo.

Sobre el tema, la responsable de la Dirección Municipal de Promoción Turistica, Elvira Silerio Díaz,  reaccionó a la difusión del video y comentó que si hay más túneles en Durango, se deben aprovechar para el turismo, pues son parte de las historias y leyendas.

Y, como se recordará, antes del sexenio de Ramírez Gamero era muy popular la leyenda o mito de los túneles en nuestra ciudad; de hecho, se hablaba de uno entre el Palacio de Zambrano, hoy Museo Francisco Villa, y el templo de San Juanita de los Lagos, a un lado de Plaza Fundadores.

También se aseguraba de la existencia de otro, el cual comunicaría la sede del Arzobispado con el exconvento de San Francisco, en calle Progreso, donde después fue edificado el multifamiliar Francisco Zarco. Alguien sacó la historia, incluso, de que había uno desde la iglesia del Cerro de los Remedios hasta el centro de la ciudad, nada más alejado de lo racional.

Por supuesto que tales historias tenían un sesgo romántico o bien, de leyenda urbana que incluía el ocultamiento de riquezas de oro y piedras preciosas dentro de los túneles, cuya longitud nos hacía casi pensar en una bien planeada ciudad debajo de otra.

Ramírez Gamero, por su parte,  se interesó en el tema a partir del rescate del edificio de lo que fue la prestigiosa Academia Pedro Chávez, hoy Casa de Gobierno, en Bruno Martínez casi esquina con Coronado.

Y resulta que, en el remozamiento de la obra, fue localizada una construcción subterránea, lo que dio lugar a la idea de que se trataba de un túnel. El gobernador se interesó vivamente en ese hecho y expresó su disposición de echar a andar una estrategia turística para “vender” a Durango a nivel nacional como la “ciudad de los túneles”.

Entusiasmado, solicitó la ayuda técnica de especialistas de la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, que mandó personal capacitado en estas obras a Durango, no sólo para verificar si se trataba o no de un túnel encontrado en la Casa de Gobierno, sino a investigar con seriedad la insistente versión de una red de túneles en el centro de la capital del estado.

Muy pronto se comprobó que esta obra subterránea era una fosa séptica y no túnel; eso sí, con todos los adelantos arquitectónicos del siglo XIX, ya que contaba hasta con canaletas en las paredes para que los olores salieran por la azotea de la casona.

A la par, los expertos de la SEDUE investigaron con precisión en iglesias y otros lugares, pero sólo encontraron obras subterráneas diversas, no necesariamente túneles; por ejemplo, más fosas sépticas, simples letrinas, espacios para almacenar comestibles con sistemas de refrigeración natural, escondites para conservar vajillas de lujo, telas, armas de fuego, dinero, entre otros bienes que debían ser protegidos del saqueo.

La única obra con sospecha de túnel se localizó en el Colegio MacDonell de Durango, ubicado en Coronado y Juárez; en la puerta de la biblioteca del plantel educativo se encontró un acceso con características de túnel, pero no se pudo comprobar a detalle, porque estaba al borde del derrumbe y por falta de equipo necesario, así que se prefirió sellar la entrada, hasta la fecha.

Cuentan que Ramírez Gamero tuvo cierta frustración al desvanecerse el mito de varias generaciones, por lo que intentó mantener la teoría del túnel en la Casa de Gobierno, pero no recibió el respaldo de la SEDUE en este objetivo.

Y ahí acabó todo intento por implementar una estrategia turística apoyada en una misteriosa conexión de tramos subterráneos que llevaban de un edificio a otro. La realidad llana y simple es que, según esos expertos, no hay túneles en Durango, sino obras subterráneas de toda índole, como en otras ciudades coloniales, seguramente.

Con los años y, tal vez todavía acariciando ese sueño mítico, en el sexenio antepasado se construyó el Túnel de Minería, abajo de la Plaza de Armas y con conexión hasta la pequeña explanada exterior del Arzobispado, en 20 de Noviembre y Madero. Este sitio forma parte de los Paseos Turísticos de la ciudad, pero esa es otra historia.

Lo que mostró el video difundido en redes sociales hace unos días tiene características de drenaje o letrina y, por donde está ubicado, en Avenida 20 de Noviembre y Blas Corral, es muy probable entre en este rango, ya que esa zona era parte del desagüe de la ciudad en el Siglo XIX. Es necesario conocer la historia para saber a dónde vamos, así como para no cometer los errores del pasado. Al tiempo.

COLMILLOS Y GARRAS

SUENA INTERESANTE EL programa “Casa Segura”, implementado por la Secretaría de Seguridad Pública con el propósito de inhibir la violencia contra las mujeres en la vía pública. Cualquier esfuerzo institucional para detener las agresiones contra ellas debe ser ampliamente respaldado… EL CONGRESO ESTATAL sigue procesando la selección del nuevo contralor interno de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, quien servirá por los próximos cuatro años. Es una pena que los contendientes más fuertes sean perfiles allegados a la dependencia más corrupta del sexenio pasado, es decir, la Secretaría de Finanzas… HACE CUATRO AÑOS, la entonces mayoría morenista en el Congreso pagó con tal nombramiento un favor a las autoridades del Tribunal Electoral Estatal en ese tiempo. O sea que “puro show” eso de entrevistar candidatos y seleccionar al mejor.

TWITTER: @rubencardenas10

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