Y bueno… ahora niños intoxicados en un motel de paso
¿Cómo que algunos menores de edad resultaron intoxicados en el interior de un motel de paso este fin de semana? ¿Y que el inmueble sigue abierto, como si nada hubiera ocurrido? Sólo en Durango puede pasar algo así. Muy poco han aprendido, entonces, las autoridades de salud después de una situación tan grave como la de meningitis, una de cuyas causas fue la falta de verificación en clínicas particulares.
Las crónicas periodísticas de este fin e inicio de semana sostienen que dentro del motel Niagara, localizado en la salida a Mazatlán, una familia tuvo una fiesta particular y, después de meterse a la alberca resultaron intoxicados algunos menores de edad, tal vez por altas cantidades de cloro y otros químicos en el agua.
Muy rápido acudieron al lugar ambulancias de la Cruz Roja y atendieron la contingencia, aun cuando el resultado fue que no menos de 5 infantes tuvieron que ser trasladados al Hospital Materno Infantil para ser estabilizados.
Según autoridades de la Dirección Municipal de Protección Civil, el inmueble tenía en orden sus dictámenes y afirman que fue un error humano lo que propició la intoxicación de los afectados, pero tal pifia pudo ser causa de una tragedia, es decir, el incidente evidencia que tanto las autoridades municipales, como las estatales no revisan periódicamente la operatividad de estos centros, por cierto identificados con una clientela de adultos.
Además, por tratarse de un periodo vacacional, lo mínimo que puede esperarse es que, al ofrecer al público diversión en una alberca, haya garantía de que no está en riesgo la salud de quienes alquilan esos servicios. Más allá de la adopción de una actitud mogigata, también debe reglamentarse el funcionamiento de estos moteles, determinar el giro correcto, es decir, no involucrar actividades infantiles con atenciones exclusivas para los adultos.
Por fortuna el caso no acabó en una nueva tragedia, pero lo insólito es que el Niagara siga abierto, posiblemente ofreciendo el servicio de alberca, como si nada hubiera ocurrido el fin de semana y lo más seguro es que ninguna autoridad haya revisado los procedimientos idóneos para que la calidad del agua de la piscina no represente riesgos a la salud de las personas.
Paralelamente a este hecho, fuentes de la Procuraduría Federal del Consumidor aseguran que con frecuencia en estos establecimientos aumentan discrecionalmente las tarifas, sobre todo en fines de semana y por unas cuantas horas, cuando el huésped tiene el derecho de cuando menos pasar ahí un día completo tras haber pagado la tarifa exigida.
Hace algunos años la delegación de la PROFECO en Durango intentó acabar con estos abusos en este y otros moteles de paso; sin embargo, muy poco tiempo próspero el cumplimiento de lineamientos en favor del consumidor por parte de los directivos de estos espacios, que se han multiplicado por la ciudad, por cierto.
Es lamentable entonces que siga siendo deficiente la prevención de la salud en Durango y que se continúe abusando del consumidor, el solo hecho de que este motel ni siquiera haya sido objeto de una clausura temporal, significa que las autoridades en Durango siguen muy ajenas a su compromiso de velar por la salud de los duranguenses, una de las principales cuatro obligaciones de todo gobierno con los gobernados, después de garantizar seguridad, educación y vivienda.
Ya muy pocas cosas deben sorprendernos en Durango, pues. Ahora sí que cuando no es una cosa, es otra. Al tiempo.
COLMILLOS Y GARRAS
LAS CABAÑAS EN la sierra de Durango registraron una ocupación del 98 por ciento y los hoteles en la ciudad un 80 por ciento, informó la secretaría de Turismo estatal, al dar a conocer los resultados obtenidos durante la Semana Santa… LO MEJOR DE estos días de asueto fue que no se registraron desgracias personales en los distintos centros de diversión de Durango, excepto por el lamentable caso ocurrido en un río del municipio de Santiago Papasquiaro, donde murió un adulto que intentaba pescar… LO QUE SIGUE siendo una cifra alarmante es el número de suicidios en Durango: se registraron tres durante el fin de semana, dos ocurrieron en Gómez Palacio y otro en la capital del estado. La cifra de autoinmolaciones supera a las de otros años.
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