La guerra entre Israel y Hamás estalló hace un mes y los más afectados han sido los civiles en medio. En la Franja de Gaza, el Ministerio de Salud del Gobierno que lidera Hamás sostiene que las bombas israelíes han matado a más de 10.500 personas, de las cuales, más de 4.200 eran menores de edad. Mientras en Israel, familiares hacen vigilias para despedir a las cerca de 1.400 personas que Hamás mató en su incursión del 7 de octubre.
En medio de esta crisis, Naciones Unidas ha instado a la comunidad internacional a buscar una solución inmediata para aliviar el sufrimiento en Gaza y evitar que se siga convirtiendo en un «cementerio para niños», en palabras del secretario general de la ONU, António Guterres.
«Debemos actuar ahora para encontrar una salida de este callejón sin salida brutal, espantoso y agonizante de destrucción», expresó Guterres a los periodistas en la ONU. «Gaza se está convirtiendo en un cementerio para niños. Cientos de niñas y niños están siendo asesinados o heridos cada día», dijo el alto funcionario.
Esta violencia sin precedentes se ha convertido en el capítulo más mortífero en la confrontación israelí-palestina desde la fundación de Israel hace 75 años. Las consecuencias humanitarias han impactado el mundo con las imágenes que deja el conflicto, y la esperanza de un alto al fuego que ponga fin a la guerra aún es incierta.
Redacción Voz Libre con información de france24.com