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¿Es México tierra fértil para autoritarismos y populismos?

Aquí unos datos del documento recién publicado Latinobarómetro 2023

Corporación Latinobarómetro es una ONG sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, única responsable de la producción y publicación de los datos.

Latinobarómetro investiga el desarrollo de la democracia, la economía y la sociedad en su conjunto, usando indicadores de opinión pública que miden actitudes, valores y comportamientos. Los resultados son utilizados por los actores socio políticos de la región, actores internacionales, gubernamentales y medios de comunicación.

Para esta edición, se aplicaron a inicios del 2023, 19,205 entrevistas cara a cara con muestras nacionales representativas de la población de cada país, de todos los habitantes de 18 años y más que habitan en el respectivo territorio. Solo Brasil considera la mayoría de edad a los 16 años.

Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay, Venezuela, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Panamá y Paraguay fueron los países en donde se llevó a cabo el estudio.

De este documento se destaca lo siguiente:

La corrupción es el fenómeno más negativo de las democracias latinoamericanas y en los últimos años se ha incrustado al más alto nivel. En total, suman 21 presidentes de 9 países que han sido acusados, condenados o están en prisión por corrupción.

Solo por mencionar algunos: de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, Dilma Rusef. Costa Rica, Luis Guillermo Solís. De Ecuador, Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad, Rafael Correa. De El Salvador, Francisco Flores y Elías Antonio Saca. Perú con Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kucynski y recientemente Pedro Castillo.

Es importante señalar que Cristina Fernández de Kirchner y Álvaro Uribe están acusados de corrupción pero sin condena todavía en Argentina y Colombia respectivamente.

Por otro lado, la democracia (en griego, demos significa la gente, el “pueblo” y kratos, “poder”) nace en la comunidad, no en la sociedad. En la democracia, la gente interactúa en la comunidad (polis) donde se conoce, mientras que la sociedad es un lugar donde la gente no se conoce. La democracia tiene lugar en la polis con interacciones en la comunidad, confiadas, entre personas que se conocen, mientras que la confianza a nivel de la sociedad se gana con hechos.

Esta trama se quebró en América Latina, porque la confianza de la polis se diluye en la sociedad moderna, que erosiona el sentido de comunidad, de la familia extendida, de las redes, del barrio y no los sustituye con una sociedad civil organizada, sino que la gente queda aislada en una sociedad desconfiada sin arraigo o falta de inclusión. El demos no tiene polis: la gente dejó de pertenecer al demos, no tiene comunidad, polis. Es el individualismo que aleja a la gente una de otra.

América Latina ha entrado en una recesión democrática, no solo por la existencia de las electo-dictaduras, sino por el deterioro y declive de la democracia. A los 45 años de la primera transición persiste la desigualdad, la pobreza y la injusticia en América Latina.

Hasta 2008 cuando se desencadenó la crisis económica, todos los países de la región eran democracias, salvo Nicaragua y Venezuela. En 2007 se eligió por segunda vez no cnsecutiva a Daniel Ortega como presidente de Nicaragua.

Siguió el golpe de Estado en Honduras (2009), la seudo “elección” de Maduro (2013) y la designación de Graciela Murillo de Ortega en 2017 como vicepresidenta en Nicaragua, lo que consolidó la dictadura.

Después fue la elección de Bukele en El Salvador en 2019, cuyo gobierno se ha transformado en una nueva autocracia. Bukele, seguramente tendrá al menos otro periodo al frente de dicho país a partir de febrero del año que entra.

Los personalismos: la debilidad de los partidos políticos que entregan a las personas en cargos de responsabilidad, aun más poder; es uno de los elementos más perversos que está socavando la democracia. La corrupción tuerce el poder del voto al intervenir en las campañas electorales con enormes sumas de dinero y provoca una competencia desleal. La corrupción del poder a nivel presidencial es una forma brutal de minar las bases de la democracia.

En este estudio, se le preguntó a la gente sobre la democracia. El 48% de la gente contestó que la democracia es preferible, un 17% prefiere un gobierno autoritario y un 28% contestó que le da lo mismo. En México, el 37% de la gente dijo que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno.

México tiene una diferencia negativa y es uno de los países en latinoamérica que registra una pérdida de apoyo a la democracia.

Los países con mayor disminución de apoyo a la democracia son Venezuela (-12%), Costa Rica (-11%) y México (-8%).

Desde el inicio de las transformaciones democráticas, América Latina mantuvo un contingente minoritario pero estable de ciudadanos, que prefieren un régimen autoritario.

Al examinar las diferencias entre 2020 y 2023 se aprecia un dato preocupante: quienes prefieren un gobierno autoritario, aumentan en todos los países.

El apoyo al autoritarismo crece en México del 22% al 33%, once puntos porcentuales, en Guatemala crece desde al 14% al 23% y en República Dominicana del 13% al 21%. México es uno de los países que retrocede en los indicadores donde se deteriora la democracia.

Casualmente son los más jóvenes los que dicen estar de acuerdo con el autoritarismo, caso contrario, son los de 61 años o más, los que siguen prefiriendo la democracia.

Para quienes apoyan la democracia, el 71% usa las redes sociales, principalmente Whatsapp, Facebook y Youtube, en ese orden. Twitter, se encuentra en sexto lugar.

Un indicador que también hay que resaltar es la opinión favorable al control de los medios de comunicación por parte del presidente de cada país en caso de dificultades. En las dos últimas décadas en la región, esta percepción ha aumentado. Por ejemplo, el 61% de los salvadoreños está de acuerdo con esta afirmación seguido por México con un 48%.

Se puede concluir que, en México; poco más de un tercio de los ciudadanos apoya la democracia, casi otro tercio le es indiferente el tipo de régimen y otro tercio apoya una opción autoritaria. La democracia se ha ido deteriorando mucho desde 2020 en México, según la evolución negativa de los indicadores.

Entonces, ¿hay aquí en México tierra fértil para autoritarismos y populismos?

Usted, ¿qué opina?

TWITTER: @gerardopreza

Nota: el documento completo lo puede consultar en www.latinobarometro.org

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