¿Cómo ganarle a Morena en el 2024?
Hay un porcentaje de la ciudadanía en nuestro país que se refleja en las encuestas de opinión, valoración e intención de voto de las y los aspirantes a presidente de México, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados federales y locales que, al menos en este momento; todavía no tienen definido a quién le darán su voto el próximo año y que ronda generalmente en un 20% de indecisos.
Según el Instituto Nacional Electoral, en la actualidad existen poco más de 93 millones de personas que integran la lista nominal y que, tienen la posibilidad de votar en las elecciones del 2024.
La polarización política y social perdura hoy en día y parece que se quedará presente por un buen tiempo más. Existen dos grandes bloques, oficialismo y oposición.
Haciendo un cálculo moderado, hay 18.6 millones de ciudadanas y ciudadanos que por el momento, no les interesa la política, tal vez no porque no quieran, sino porque el mensaje que emite cada uno de los aspirantes no les es suficientemente atractivo como para comenzar a tomar decisiones en ese sentido.
Los históricos de votación en las últimas 2 elecciones federales en donde se eligió presidente de la república, 2012 y 2018, la participación fue de 62.08% y 63.42% respectivamente. Para el 2024, el escenario estará cerca de un 64%, lo que significa que 59.5 millones de personas votarán ese día.
Entonces, bajo ese contexto, hay un 20% de esos ciudadanos, que no se han pronunciado o mostrado un interés en el proceso electoral del año entrante, el universo de ciudadanos por conquistar sería de 11.9 millones de electores, tomando en cuenta ese 64% de participación esperado.
Son casi 12 millones de mexicanas y mexicanos que están en su día a día, siendo lo que todos son; estudiantes, profesionistas, emprendedores, empresarios, obreros, maestros, jubilados, desempleados, amas de casa, etcétera y que no les interesa de momento el tema electoral.
En el último informe publicado por Corporación Latinobarómetro, en México; solo el 13% de la gente confía en los partidos políticos, un 22% en el congreso o sus legisladores, 24% en el poder judicial y un 28% confía en el gobierno.
La gente no le tiene confianza a los políticos o gobernantes. La gente no les cree a ellos. La gente, le cree a la gente.
Entonces, ¿cómo ganarle a Morena?
O al PRI, al PAN o a Movimiento Ciudadano. Porque finalmente todos los políticos hacen campañas y comunican políticamente de la misma manera.
La respuesta está en los ciudadanos. En esa franja de indecisos. Hay que saber qué piensan, cuál es la valoración sobre la política y los gobiernos, sus necesidades, afectos, emociones, de qué hablan, qué medios de comunicación consumen y mucho más.
Es en el carril ciudadano donde se encuentra la gran oportunidad de conquistar a esos votos que pueden hacer la gran diferencia. Es ahí en donde, para la mayoría de los políticos, están las áreas de oportunidad. Pero son pocos los políticos que se atreven a entrar al espacio ciudadano. Ahí hay discusión, datos, información, debate, incomodidad, reclamos, expectativas, etc.
Con los ciudadanos, el mensaje fuerza no tiene que ser emitido por el político, por las candidatas o candidatos; la comunicación estratégica tiene que ser segmentada de manera casi personal. Serían ellos, los ciudadanos; los que se conviertan en voceros (voluntarios o involuntarios) de un proyecto político. Son ellos los que llevarían el mensaje político a sus círculos sociales, laborales o recreativos.
Ahí está la clave.
Sigo de cerca lo que ha despertado Xóchitl Gálvez en los últimos días y, a pesar de innovar con contenido producido por Inteligencia Artificial, sigue bajo el mismo modelo de comunicación híperpersonal. Siendo ella, hablando de ella misma. La espuma sube rápido.
O de Enrique de la Madrid, que generó expectativa el domingo al anunciar un mensaje por la tarde de ese día. Algunos afirmaban que se bajaría de la contienda pero no. Dijo que no se baja de la contienda y que “le vamos a bajar al yo político, para pasar al tu y al nosotros. Porque esta lucha no se trata de mí, sino de ti…”. En el video aparece solo él.
Quienes de veras quieran ganar, deben de tener un posicionamiento positivo en la mente del elector, para así aspirar a ser votados y ese posicionamiento se gana con un diferenciador y aceptando que la sociedad ya cambió. Las campañas políticas que vemos ahora tienen el ADN de las de hace 30 años o más.
Ahora, los políticos de todos lo partidos deben de alejarse del modelo tradicional de comunicación política, que está basado en su agenda pública, personal y privada; deben de aprender a hablar menos y a escuchar más.
O, ¿Usted qué opina?
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