FEEDBACK

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¿Por qué perdió Alejandra del Moral en el Edomex?

De entrada, es de resaltar que su comunicación política, que de seguro tenía la intención de tener un posicionamiento positivo en la mente del elector para así aspirar a una intención de voto que le favorezca; fue producto de su agenda pública, privada y personal. Nada nuevo. No lo logró.

Delfina Gómez también comunicó de manera similar.

Tanto Del Moral como Delfina y sus respectivos equipos, decidieron hablarle a su público objetivo. Seguidores o personas con cierta afinidad,  a pesar de haber abierto el abanico con diferentes temas. Vamos, no se despeinaron; fueron con aquellos con los que se sentían cómodas.

Tal vez por eso, votó poquito menos del 50% de la lista nominal mexiquense.

No logró motivar la participación de los ciudadanos (no simpatizantes o partidistas). Escribí hacia finales de febrero que Del Moral y su equipo deberían de ir a convencer a casi un millón de personas dado el escenario en ese momento. Aquí el enlace para leer ese artículo: https://vozlibre.com.mx/feedback-2/

Delfina tampoco. Le funcionó el manejo de las encuestas para generar la percepción de que ella se haría con el triunfo.

La única propuesta que logró tener un mayor peso en la comunicación de la priísta, fue la tarjeta “Salario Familiar” como un plus de la  tarjeta Salario Rosa de Alfredo del Mazo. La Efectiva, La Efe, Tarjeta Soriana en el 2012, Tarjeta Madre, Monex; son algunas de las ideas que han utilizado políticos en procesos anteriores, sin embargo parece que han envejecido mal.

Delfina, ni eso. Solo las propuestas del cambio inspiradas en el humanismo de “ya sabes quién”.

Previo al segundo debate del 18 de mayo, Alejandra del Moral tenía un mayor alcance en su comunicación digital, al menos en Twitter. Para esos momentos, ella tuiteaba 10.42 mensajes en dicha red con un alcance de 4.1 millones de personas versus, las 13.35 veces que tuiteaba Delfina pero con 3 millones de personas alcanzadas.

No hubo engagement. Al parecer de ninguna, porque sus contenidos le hablaban a su público.

La creación de “estructura” que promueve en la campaña, y movilice el día de la elección, a través de el clásico 1+10; en papel o app para teléfonos inteligentes, es una moneda en el aire. Dichas estructuras, en ocasiones generan apatía o desconfianza y cuesta mucho dinero. No fue ni la primera ni la única, en la que promotores tienen la encomienda de hacer las listas con personas que promuevan los mensajes y/o la imagen de los candidatos y ellos a su vez, alimentar una base de datos con otras 10, 15 o 20 personas. Alejandra del Moral tenía esa estructura.

Delfina también, pero además la chequera.

Alejandra no fue “valiente”, se quedó en su zona de confort; no se quiso arriesgar en algo diferente a lo que seguramente había hecho en elecciones anteriores. Nada más que ahora siendo la protagonista a nivel estado de México y con más gente.

Delfina… solo fue Delfina.

Perdió Alejandra porque hizo lo mismo que hacen todos. No hizo nada extraordinario. Siguió el librito al pie de la letra.

Delfina también… y ganó.

O,  ¿usted qué opina?

TWITTER: @gerardopreza

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