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Y todo por unas selfies… o fotos

Según el Oxford Dictionary, una “selfie” se refiere a una fotografía tipo autorretrato de uno mismo o con otras personas, tomada con una cámara o un teléfono celular sostenido generalmente con el brazo o apuntando hacía un espejo. En la actualidad hay variantes y estilos diferentes de ese tipo de imágenes, sin embargo el fondo del comportamiento sigue siendo el mismo.

Lo que sí, es que las selfies en general y las imágenes que se pueden capturar con el teléfono para después publicarlas en las redes sociales, ha sido parte de un modelo de comunicación que los políticos, gobernantes y funcionarios han adoptado y que en ocasiones, más que complementar; tienden a provocar efectos contrarios, no nada más para quien la sube sino para todo un aparato gubernamental o un proyecto político.

El que cada funcionario o político tenga sus redes sociales y un teléfono celular a su disposición, ha hecho sumamente fácil que de manera espontánea compartan sus actividades públicas, privadas y personales. De todos los niveles.

Ese ha sido uno de los recursos del modelo de comunicación híperpersonalista generalmente consumido por su audiencia, a bajo costo, pero que no conquista nuevos públicos. Ahora los funcionarios y políticos han dejado de ver y escuchar lo que sucede afuera porque es más fácil mirar hacia adentro.

Sin embargo, es ese mismo modelo que ya llegó a su caducidad, ha hecho que varios de ellos pasen un mal rato al dejar abierta las interpretaciones, ya sea por incautos o porque definitivamente no han evolucionado en la forma de comunicar.

Ahora, en este caso le tocó a Guillermo Adame Calderón, secretario de Educación en Durango y que tal vez en un afán de buscar los reflectores, likes o alcance, le pareció bien subir un par de fotografías hace unos días con dos personas diferentes en dos lugres diferentes y que, seguramente son parte de una agenda pública, privada o personal. Hasta aquí todo parece “normal”.

El inconveniente viene cuando no se es congruente en los mensajes que han emitido el gobernador Esteban y el propio Guillermo Adame sobre la falta de recursos de los que adolece el gobierno del estado y la dependencia que encabeza. Mientras que por un lado nos dicen que hay que apretarse el cinturón, por otro lado nos dicen mediante dichas imágenes, que hay recurso suficiente para llevar a cabo una agenda en lugares que presuntamente resultan costosos. Todo comunica.

Las políticas de comunicación social deben de ser norma aplicable para todos los funcionarios, desde el gobernador hasta el trabajador que se ubica en el último escalafón. Si bien el teléfono celular es una herramienta útil para comunicar y transmitir mensajes, es importante establecer lineamientos claros que definan los alcances y materiales que le sumen a una comunicación institucional, no personal.

O, ¿usted qué opina?

TWITTER: @gerardopreza

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