El pasado domingo 26 de marzo, fuimos testigos de una gran manifestación de la voluntad ciudadana, expresada en una marcha que se realizó en la ciudad de México y varias ciudades más del país, con un objetivo, expresar su respaldo al INE, en lo referente a la discusión de una reforma mediante una alternativa o plan B.
Mucho se ha dicho en estos días, de si fue bueno que la gente se manifestara o si fue más gente hoy que la vez pasada, me parece que siempre será bienvenido una la sociedad que participa en las decisiones de tipo colectivo y más cuando se duda o desconoce a fondo el propósito serio, justo y bien intencionado (fue solo del Presidente).
Eso es precisamente la democracia, que siendo un concepto de la era de los griegos, es una forma de gobierno que se usa o la usan en muchos países del mundo, porque se supone que a través de esa democracia, se le quita poder, egoísmo y ambición a los líderes que buscan en todo momento manipular una sociedad o un pueblo.
Esta forma de gobierno (democrático), permite elegir a sus gobernantes o representantes vía elecciones, de ahí que un pueblo con avances democráticos es aquel que tiene formas de organización política y social, a través de procesos electorales, de donde ahora nace la necesidad de una reforma electoral en un plan B.
Este domingo se vio mucha gente, claro, no a todos gusto y es donde esta lo malo, porque en nuestro México, de muchos años ha habido dos o más países o pueblos, uno de pobres, otro de ricos, se cree que uno de cultos y otros de gente con menos posibilidades de educación, que es un error porque somos iguales.
Lo mismo se puede decir, que la autoridad casi siempre tiene intenciones o decisiones autoritarias, sin consultar a los ciudadanos, hablaríamos de las tres alternancias de poder que hemos tenido (PRI-PAN-MORENA) hasta ahora.
Lo ideal y deseable es que pudiéramos aceptar todos que necesitamos cambios, que necesitamos modificar cosas, que con los años se han quedado rezagadas al desarrollo y al crecimiento que urge, cierto que es muy difícil, pero debemos mejorar, urge mejorar las posibilidades de participación, mejorar estilos y formas de gobiernos con mayor trasparencia y redición de cuentas, con menos impunidad.
Son años los que hemos pasado con administraciones corruptas, con graves problemas de inseguridad, de modificar y mejorar en lo educativo, de impartición de justicia, de mejoría en la salud de nuestra comunidad y un sinfín de áreas y acciones que hacer mejor.
Cierto es que la desconfianza nos tiene contrapunteados a unos y a otros, pero para mí nunca se había tenido esta oportunidad de liderazgos con una elevada aceptación ciudadana a la forma de gobernar, de ahí que, ese liderazgo debe emplearse para bien, debe usarse para sumar, no para restar, si se consolida ese liderazgo para bien, podremos aspirar a construir el país que todos quisiéramos, parece algo utópico, pero es posible, si hay disposición política.
Los cambios políticos y sociales en nuestro México desde 1920 a 1930, después de la revolución mexicana, no se han vuelto a presentar, así que aprovechemos esta oportunidad, intentemos lograr mejorar, hacer los cambios, los ajustes sin oportunismo para los fuertes, sin dañar a los dolidos, pero cuidándonos de los desesperados por el poder.
Es cierto que hubo intentos de manipular esta manifestación, como siempre sucede, porque intentaron defender con esa gente hasta a un policía juzgado recientemente en Estados Unidos, hubo quienes buscaron insistir indebidamente en hacerle ruido a la salida del Presidente.
Se vio claro que sí, se está en contra de una reforma que el Presidente propone , tal vez no se ha consultado lo suficiente, no se ha explicado ampliamente, eso es parte de la democracia, el participar, el estar de acuerdo o en desacuerdo.
Al manifestarse la gente el domingo 26 de febrero, quedo claro que, todos podemos hacerlo, pero con respeto y en gran orden, diferente a como lo vimos en los tiempos pasados de represión y ajuste de cuentas por manifestarse, por fortuna parece haber quedado a tras o así se intenta.