Desde las burbujas del poder

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A propósito de la sequía (V) 

En nuestra entidad federativa nos falta mucho por hacer en el sector agropecuario, la sequía del 2023 puso al descubierto muchas de nuestras debilidades, las que dan pie a oportunidades a aprovechar.

En el año 2022 se dejaron de sembrar 133,762 Has de las 934,122 has de la superficie agrícola total del estado, por diversas razones, entre las que podemos anotar la falta de crédito, apoyos, mal temporal, representa casi el 15% que no rindieron frutos.

Si bien del 2017 al 2022 se amplió la frontera agrícola de pasar de 984,061 Has a 1’001,309 la producción y productividad no fue a la par.

El parque vehicular de tractores ha tenido un aumento considerable en los últimos años de pasar de 13477 a 25298, prácticamente se duplicó.

Los principales obstáculos son los altos costos de los insumos y los cambios climáticos, para el primero pudiera encontrarse estrategias como pude ser la compra masiva por grupo de productores o por unidades de producción rural.

Pero para la segunda causa, la de los cambios climáticos, por el momento no puedo emitir una opinión, pero sí valorar otras alternativas viables, para darle vuelta al asunto, una de ellas aunque de menor escala y al parecer sin mayores éxitos en Durango, es la agricultura protegida, el uso de invernaderos equipados con control de agua, temperatura, humedad, fertilizantes, etc.

Durango, es también un proveedor fundamental de agua, ya que genera escurrimientos de 11,486 millones de m3/año, de los cuales, se identifica un área de oportunidad importante para tecnificar y eficientar el uso de agua para la agricultura, pero al igual se está sujeto al cambio climático, si no llueve, ni presas ni bordos ayudan mucho, debemos revertir las circunstancias actuales; 238 mil 604 son de riego y 606 mil 648 de temporal.

Los municipios con mayor actividad agrícola “a grosso modo” porque  depende del cultivo, son los ubicados en Los Llanos, pero no hay infraestructura hidráulica, no hay presas, por lo que se atienen al agua del cielo o a las aguas subterráneas, de un acuífero sobre explotado, que en breve tampoco proveerá de agua.

Ante tales circunstancias, es donde se presentan los retos y las oportunidades.

En lo particular estudié algunas alternativas viables de solución, las que compartiré con los tomadores de decisiones en el momento que lo consideren pertinente.

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