El resultado del balotaje en Argentina plantea dos proyectos de país contrapuestos de los candidatos, Sergio Massa y Javier Milei. El deseo de cambio total y la necesidad de continuidad democrática se enfrentan.
En esta segunda vuelta electoral del 19 de noviembre, Argentina elige entre el ministro de Economía, el peronista de centro Sergio Massa (Unión por la Patria), y el candidato libertario de extrema derecha Javier Milei (La Libertad Avanza). Varias encuestas pronostican un empate técnico entre Massa y Milei, con un resultado muy ajustado.
La antesala de la primera vuelta del 22 de octubre estuvo rodeada de escándalos de corrupción que salpicaron al oficialismo. Ahora surgen acusaciones de un presunto espionaje ilegal por parte de funcionarios kirchneristas, y desde el partido del candidato emergente Milei hubo denuncias anónimas de «fraude electoral”.
Desde un principio, el economista Milei jugó con una imagen agresiva y hasta violenta. Sus arriesgadas promesas iniciales de arrasar con la «casta política” y recortar al mínimo la presencia del Estado a fuerza de «motosierra” pasaron a ser, a tres días del balotaje, más moderadas: «No vamos a privatizar la educación, no vamos a privatizar la salud”, promete el candidato. Pero mantiene sus planes de dolarizar la economía y cerrar el Banco Central Argentino.
En el cierre de campaña, el abogado Sergio Massa admitió errores en su gestión como ministro de Economía y pidió disculpas, prometiendo bajar la inflación a la mitad en 2024 y el déficit fiscal «a cero”, e hizo hincapié en los históricos beneficios que perderían los ciudadanos si ganara Milei. Una «campaña del miedo”, según la oposición.
«Posiblemente, por lo que está en juego, esta sea la elección más importante desde la recuperación de la democracia, hace 40 años, hasta la fecha”, dice a DW Sergio Balardini, director de Proyectos de la Fundación Friedrich Ebert (FES), cercana al Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), desde Buenos Aires.
«En términos políticos, hay una colisión de proyectos. Pese a eso, hay una demanda de cambio mayoritaria”, agrega Balardini. Sin embargo, Milei expresa el cambio «en fórmulas de ruptura total con el sistema político preexistente, incluyendo los sindicatos y hasta sectores empresarios”.
Y su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, «ha defendido a militares con sentencias de prisión perpetua por toda clase de violaciones a los derechos humanos”, subraya. Además, Milei ha negado el cambio climático y los derechos de paridad para las mujeres. En contraposición, «Massa cuenta con capacidad de diálogo, tanto con sectores empresarios como sindicales, que, en Argentina, tienen gran capacidad de bloqueo”, recuerda Balardini.
«Este balotaje es algo fuera de lo normal, porque mucha gente todavía no sabe por quién votará el domingo. Para muchos, ambas opciones son insatisfactorias”, dice Susanne Käss, directora de la sede en Buenos Aires de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), cercana a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania, en entrevista con DW. Aunque el voto en blanco no cuenta para el escrutinio, todavía hay una gran cantidad de indecisos. Y el voto de los jóvenes podría ser decisivo.
Redacción Voz Libre con información de dw.com