¡Y que el Premio Internacional Rey de España lo ganó un duranguense!
Para nada es circunstancial o fortuito que Víctor Valles Mata, oriundo del poblado Cuauhtémoc, municipio de Cuencamé, Durango, haya ganado antier para N+ (Red de Noticias de Televisa) el Premio Internacional Rey de España, uno de los máximos galardones que se otorgan a un periodista en nuestro idioma.
¿Y quién es este joven profesional de noticias? Pues resulta que por el año 2010, Valles Mata, entonces de 20 o 21 años, formaba parte del equipo de universitarios integrantes del Sistema Informativo Lobo (el SIL de la Universidad Autónoma de Durango), que me tocó encabezar en ese tiempo.
A punto de egresar, como la mayoría de los que echaron a andar ese noticiario, Víctor era muy dedicado en lo que se le encomendaba y tenía a su cargo la sección de cultura y espectáculos en el noticiario matutino, además de algunas tareas de carácter técnico.
Nunca faltó ni se presentó un minuto tarde a trabajar. Su entrega y pasión al quehacer periodístico era ejemplar, tanto así que en sólo dos semanas construyó el mejor segmento en su tema de los noticiarios locales. Solía quedarse después de cada programa para hacer correcciones o pulir su trabajo, proponía temas, en fin: desbordaba interés y hambre por mejorar cada día.
Victor Valles fue pieza fundamental, junto con otros compañeros suyos, como Luis Ernesto Lozano, Betsy Hidalgo, Aldo Galindo, Jesús Hernández, Juan Pablo Rodríguez, entre otros, para que en el 2012 se nos entregara el Premio Nacional de Periodismo por mejor noticiario radiofónico.
Los jóvenes estudiantes de la carrera de Ciencias y Técnicas de la Comunicación habían mostrado tanta enjundia en su labor, que juntos logramos el nivel de rating radiofónico más alto en el estado, luego de que durante más de 20 años lo había mantenido el noticiario de don Samuel Carlos Guillén, en la XEDU.
De hecho, ese nivel de audiencia lo habíamos logrado con un endeble transmisor, cuya señal se perdía en la salida a Mazatlán, cerca del poblado Tapias, pero sobre todo con ese equipo de talentosos muchachos y muchachas, muchos de los cuales siguen ejerciendo con notable éxito en diversos medios informativos dentro y fuera de Durango.
Víctor fue pilar del SIL, además de que siempre mostró disposición para apoyar en cualquier otra área que no fuera estrictamente la suya. Por todo esto, me negué a dejarlo fuera del aire cuando llegó esa petición expresa de ciertos directivos de la UAD.
“Víctor Valles es el mejor en cultura y espectáculos en Durango y seguirá a cuadro, porque no tenemos a nadie que lo supere”, fue mi respuesta a tan prejuiciosa demanda, de la que nunca comenté con el aludido porque no quise decepcionarlo respecto a una injusticia que afectaría su buen ánimo.
Y bueno, llegó otro sexenio, el de Jorge Herrera Caldera, y con este cambio surgió la presión para que este servidor dejara el espacio de noticias, lo cual hice. Víctor Valles me dijo entonces que no se quedaría en el SIL “porque ya nada sería igual” y decidió renunciar de inmediato. Betsy Hidalgo y Luis Ernesto Lozano, en un gran gesto de solidaridad que, por cierto, nadie les había pedido -pero que mucho se agradeció- también presentaron su renuncia.
Con todos ellos siguió el contacto casi permanente y un día fue Víctor el que me llamó para contarme su deseo de probar nuevos horizontes en la Ciudad de México, de seguir estudiando y de trabajar; entonces encontramos la opción de la Casa del Estudiante de Durango en CDMX para que se instalara mientras aparecía una opción mejor. Y así ocurrió.
En muy poco tiempo logró entrar a Televisa y se colocó en el área de noticias. Su ascenso fue vertiginoso. En una ocasión, meses más tarde, se comunicó para pedirme consejo sobre una disyuntiva: Había logrado una beca para realizar un postgrado en la Universidad Complutense de Madrid y al mismo tiempo tenía el ofrecimiento de un contrato formal, nada despreciable por cierto, en Televisa.
Después de varias consideraciones durante la plática, estuvo de acuerdo en dejar el postgrado para mejor ocasión e involucrarse totalmente como reportero en la que ya era su empresa y donde estaba demostrando sus habilidades y talentos en varios espacios informativos.
Muy rápido logró su primer Premio Nacional de Periodismo, luego otro y uno más por promover las bellezas del turismo nacional a través de sus trabajos periodísticos. O sea que el joven duranguense que alcanzó un lugar destacado en el noticiario nocturno de Televisa se volvió un cazador consuetudinario de premios periodísticos.
Ahora bien, este último galardón, Premio Internacional Rey de España, es el de más alto prestigio en Iberoamérica y le fue otorgado por difundir, en agosto del año pasado en el programa En Punto, con Denisse Maerker, el reportaje “Fentanilo: Futuro para el narco, muerte para la humanidad”.
Con el fin de meterse hasta las entrañas del peligroso asunto, Víctor Valles estuvo en un laboratorio clandestino del cártel de Sinaloa y documentó el procedimiento de fabricación de esta droga, la cual ya cuadruplicó en Estados Unidos el número de muertes en relación a la heroína y otras drogas.
Este reportaje puso al descubierto la cadena de distribución del narco, cómo se fabrica el fentanilo y dejó evidencia de las consecuencias humanas y sociales de su consumo. Un trabajo de investigación muy completo y más que merecido el reconocimiento a tanto esfuerzo.
Valles Mata dejó de ser promesa periodística para convertirse en un periodista sólido y un referente en temas de cambio climático, desastres naturales y narcotráfico, sobre todo en lo que se refiere al periodismo audiovisual. Su desempeño pone de relieve a su pueblo, a su municipio, su familia, al estado de Durango y, por encima de todo, evidencia los resultados que se pueden alcanzar con perseverancia, pasión y ética profesional.
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