Desde las burbujas del poder

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El huevo o la gallina

Es de todos conocidos el refrán chino “— Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida” muy ad hoc para el tema que hoy abordaremos.

La teoría y la praxis del humanismo político actúan con dos premisas básicas; Solidaridad y subsidiariedad, para su comprensión me permito transcribir sus definiciones.

Solidaridad: un valor que nos ayuda a ser conscientes de las necesidades de otros y nos genera el deseo de sumar en su satisfacción. 

Subsidiariedad: es el principio en virtud del cual el Estado ejecuta una labor orientada al bien común cuando advierte que los particulares no la realizan adecuadamente, sea por imposibilidad sea por cualquier otra razón.

Antes de la deformación que han hecho del Partido Acción Nacional, no solo se entendía sino se comprometía la lucha política primero con el conocimiento y aceptación de las circunstancias sociales de la época, como de la obligación moral de trabajar en la construcción del bien común, subvencionando a los sectores más necesitados como es el campo mexicano.

Basta con consultar los documentos azules para cerciorarse de la ocupación al sector primario, mencionaré solo algunos de esas formas; .-Más apoyo a las y los agricultores. Dar a las y los agricultores herramientas y conocimientos para mejorar su producción.

-Mercados locales fuertes. Promoveremos la venta de productos locales para que los agricultores vendan más y obtengan mejores precios.

-Crédito fácil para el campo. Facilitaremos el acceso a créditos para que las y los agricultores puedan invertir y crecer.

-Tecnología para el campo. Llevaremos tecnología al campo para hacer la agricultura más eficiente.

-Más apoyo para organizaciones rurales. Vamos a ayudar a las organizaciones en el campo, y nos aseguraremos de que también incluyan a las mujeres. Esto hará que sean más efectivas y justas.

-Incluir a todas las personas, especialmente a las más necesitadas. Todas las personas deben ser parte de nuestro plan, especialmente las que tienen menos. Trabajaremos en conjunto para que nadie se quede atrás.

Como en toda organización humana, los partidos políticos no son la excepción, hay quienes en su perversa ambición del poder y del dinero, son capaces de vender su alma al diablo.

En mi pasado rol administrativo gubernamental, así como mi estrecha empatía con el campo duranguense, puedo afirmar sin temor a equivocarme del atraso y necesidades de nuestros campesinos, agudizado por la sequía recurrente, no solo hay que vivirlo sino sentirlo.

El programa subsidiado de “Sembrando Vida” en Durango, se logra gracias a la intervención de José Rosas Aispuro Torres en una de las visitas que hiciera a Durango el presidente de la República, hecho registrado.

Para poder acceder al programa debe contarse con un número determinado de hectáreas, hecho que promovió desafortunadamente en algunos casos, procesos de deforestación.

En el análisis general, considero que muchos campesinos han hecho muy buen uso del programa, tengo referencias vividas, en el municipio de Durango, con plantación de árboles frutales.

Por tales razonamientos, las afirmaciones de en mala hora de una candidata azul al Senado de la República, al generalizar que “Sembrando Vida” es solo para generar “huevones” es reprobable como tan reprobable es recibir mecenazgo de grupos nada recomendables.

Estas actitudes y declaraciones en nada ayudan a la candidata Xóchitl, por el contrario, provocan dilema en lo reiteradamente expresado por la hidalguense, que los programas sociales no solo continuarán sino se fortalecerán.

Si hoy en día el voto más que por el partido es por la persona, a Durango no le representa ni le conviene esa pretensa a ocupar una curul en el senado.

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