Con la salud no se juega
Cuando Hipócrates, acuñó la frase “Quitar el dolor, es obra divina” fue por sus experiencias en el ejercicio de la medicina, erudito y autor de la escuela que lleva su nombre (Los Tratados hipocráticos -Corpus hippocraticum- son un conjunto de unos cincuenta escritos médicos que abarcan más de mil páginas y que se han atribuido clásicamente a Hipócrates, el padre de la medicina contemporánea)
La exponentes de la filosofía griega, generalmente dedicados a la meditación, al estudio, a la contemplación y comparación del universo, tienen en Hipócrates un ser entregado a aliviar la cura de sus conciudadanos, a través de la práctica diaria y viva.
Para infortunio nuestro este acto que se dicen juran los nuevos galenos, ha quedado con regular frecuencia, en el olvido, ante la oportunidad del mercado, de la avaricia.
A través de la historia, los gobiernos han procurado institucionalizar la salud como uno de las principales obligaciones, en algunos países con mucho éxito, en otros, no tanto.
En el caso particular de México, con el gobierno de la transformación, nuestro sistema de salud fue desmantelado, la historia recoge ya, esta ominosa tarea que ha costado tantas muertas, una, quizá la de mayor esquelas, es el pésimo tratamiento durante la pandemia, sosteniendo a capa y espada, al responsable de ese manejo, al Dr Hugo López Gatell.
En el Durango nuestro de cada día, ya en el gobierno del Dr Esteban Villegas, las cosas cada vez pintaban mal en el sector salud, problemas por descuentos indebidos a su personal, falta de medicamentos, abandono de la asepsia, incapacidad de administración y dirección, era vox populi.
Con frecuencia se hace referencia, que haber entregado esa enorme responsabilidad, en el juego de las satisfacciones de acuerdos partidarios, es un gravísimo error.
Hoy forzado ante las evidencias, llega el relevo obligado, en la persona del Dr Moisés Nájera Torres, a quien le deseamos venga a enderezar entuertos.
De acuerdo a los anexos de la ley de egresos 2024, (clasificación administrativa – dependencias y entidades) es el sector salud la que cuenta con mayor presupuesto, más de cuatro mil millones de pesos, aún sobre educación con tres mil seiscientos millones de pesos.
Ante tal escenario, el reto no es nada fácil, puede debe de cumplir el nuevo titular de salud en el estado de Durango, con dos premisas fundamentales.
1/ Hacer realidad el juramento hipócratico.
2/ Honrar en los hechos lo dicho por D Benito Juárez.
“No pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”.
Esperemos que así sea.
Nomás que este señor, otro gobernador, no que tenemos, que padecemos, con la venia de un Congreso cómplice, se asignó un sueldo de 203 mil pesos mensuales, mayor al del Presidente de la República, así esté a años luz el tamaño de su responsabilidad de la de quien hace 5 años y meses inició la 4T del país. Ya lo dice James Freeman Clark: «Los políticos piensan en su mandato. Los estadistas, en las futuras generaciones». Y ya lo escribió Alex Ridding, periodista norteamericano, refiriéndose al PRI: «en él, la corrupción es el engrudo y el lubricante de sus estructuras». La verdad no peca…….Hace falta que los durangueños inconformes con este mal gobierno, que somos abrumador mayoría, salgamos a las calles en masa para recordarle al tipo que «la soberanía radica, original y esencialmente, en el pueblo». No hay de otra…..