En Cisjordania, la economía se encuentra asfixiada desde el inicio de la guerra Israel – Hamás

Compartir

Los trabajadores palestinos están sufriendo de lleno la escalada del conflicto entre Israel y Hamás. Miles de personas han perdido abruptamente sus fuentes de ingresos después de la suspensión de sus permisos de trabajo por parte de Israel, mientras que la actividad económica en Cisjordania ocupada se encuentra ralentizada debido a las restricciones impuestas por el Estado de Israel y a la violencia perpetrada por colonos.

En la ciudad de Ramala, Noora Abdeen Khalifeh dirige una tienda de ropa tradicional. Desde los ataques del 7 de octubre y la ofensiva israelí lanzada en Gaza, la empresaria ha enfrentado numerosas dificultades para mantener su negocio en funcionamiento.

“Nuestro proceso de fabricación se lleva a cabo entre Cisjordania y la Franja de Gaza, donde tenemos un taller con 200 artesanos especializados. Pero sus casas fueron destruidas, al igual que los objetos que habían confeccionado. Ahora nuestro taller en Rafah se ha convertido en un refugio para los desplazados”, relata la empresaria.

En cuanto a las costureras empleadas en Cisjordania, en su mayoría no están disponibles en la actualidad. “Dado que las escuelas están cerradas y los niños se quedan en casa bajo la supervisión de las mujeres, les resulta imposible realizar un trabajo que requiere tanta concentración como el bordado”, detalla Noora Abdeen Khalifeh.

Con la ofensiva en Gaza, la actividad económica se ha ralentizado y decenas de miles de personas se han quedado sin empleo desde la decisión del Gobierno de Benjamin Netanyahu de suspender los permisos de trabajo de palestinos en Israel. Esta medida inicialmente afectó a los gazatíes antes de alcanzar a muchos trabajadores de Cisjordania.

En el centro de Ramala, los clientes escasean, y las tiendas en la capital administrativa de la Autoridad Nacional Palestina se han visto obligadas a ajustar sus horarios debido a este contexto sombrío.

“Las tiendas siguen abiertas, pero cierran más temprano. La actividad es mucho menos animada de lo habitual”, describe Taher Labadi, investigador asociado al Instituto Francés del Medio Oriente con sede en Ramala. “Las personas de las ciudades y pueblos cercanos se desplazan menos, y los palestinos del interior (árabes israelíes) que solían visitar la ciudad los fines de semana ya no vienen en absoluto”.

Para desplazarse, los trabajadores palestinos optan por rutas alternas, a veces haciendo largos desvíos para llegar a su destino. En toda Cisjordania, las restricciones de movimiento impuestas por Israel y el clima de tensión relacionado con los ataques de colonos y las incursiones del Ejército afectan a todos los sectores de la economía.

Desde el inicio de la guerra, desencadenada el 7 de octubre con el ataque mortal de Hamás en Israel, más de 150 palestinos han sido asesinados en Cisjordania ocupada por disparos de soldados o colonos israelíes, según el Ministerio de Salud.

“La temporada de recolección de aceitunas, por ejemplo, que es muy importante para muchas familias, se ha pasado por alto por completo. Muchos no pudieron ir a sus tierras porque están cerca de un asentamiento o del muro de separación, donde existe un riesgo directo de ser tiroteado”, explica Taher Labadi.

Redacción Voz Lobre con información de france24.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *