Argentina celebra elecciones presidenciales el próximo domingo. El ultraliberal Javier Milei parte como favorito, pero todo apunta a que se jugará el triunfo en segunda vuelta con el oficialista Sergio Massa o la conservadora Patricia Bullrich.
Las tareas para el próximo mandatario se presentan colosales, especialmente en el ámbito económico, con una inflación que trepa al 150 por ciento interanual, más del 40 por ciento de la población bajo la línea de pobreza, según datos oficiales, el salario deteriorado y ante un agotamiento de su modelo estatal.
La candidata conservadora Patricia Bullrich cerró este jueves su campaña a las presidenciales argentinas del domingo, con ataques a la «corrupción» del peronismo en el poder y a las propuestas antisistema del libertario Javier Milei, favorito de los sondeos.
«Basta de los gerentes de la pobreza. Basta de piquetes (protestas con cortes de calles). Basta de planes eternos. Los planes tendrán un tiempo, serán formados y a trabajar», dijo en referencia a los auxilios sociales del Estado.
La candidata denunció la «pornografía brutal» y la «corrupción kirchnerista» en Lomas de Zamora, un bastión peronista a 30 Km de Buenos Aires, marcado por el escándalo de un importante funcionario provincial fotografiado en un yate en Marbella, con una famosa modelo, cuando debía haber estado en su lugar de trabajo.
El mitin puso fin a una campaña electoral marcada por la espectacular irrupción de Milei, quien ha dominado la agenda mediática y centrado en buena parte los discursos de sus rivales.
El ministro de Economía y candidato oficialista Sergio Massa realizó su cierre de campaña el martes, y Milei el miércoles. A partir de este viernes, Argentina entra en veda electoral, sin posibilidad de hacer propaganda o actos proselitistas.
Bullrich, exministra de Seguridad del expresidente derechista Mauricio Macri, atacó a Milei a quien acusó de promover la libre venta de armas, como «en Estados Unidos, que después van a la escuela y matan a los chicos».
«¿Queremos eso para la Argentina? No. Queremos una sociedad civilizada, no la ley de la selva», dijo la candidata de la coalición opositora Juntos por el Cambio (centro-derecha) ante unas 3.000 personas que acudieron con banderas argentinas y lanzaron vítores a su candidata.
Redacción Voz Libre con información de dw.com
