La inflación en Argentina marca la campaña electoral. La propuesta de Javier Milei de dolarizar causa polémica. ¿Debería el país abandonar el peso e introducir el dólar?
Es lunes por la tarde en San Martín, un gran distrito del conurbano bonaerense en Argentina, y empieza el espectáculo. Ese 25 de septiembre, de varios ómnibus azules salen personas jóvenes con megáfonos, que animan la manifestación. Luego, más seguidores llegan de las calles laterales.
Es la «caravana de la libertad» del candidato presidencial Javier Milei, autodenominado «anarco-capitalista», que llega al Gran Buenos Aires. Viene con los símbolos más importantes de esta campaña: una motosierra, para terminar con la «casta» política; y una gran cantidad de billetes de dólar de fantasía, en los que está grabado el rostro de Milei. Cuando el candidato baja de un jeep, la gente le da los dólares para pedirle un autógrafo, y él muestra un dólar gigante a la cámara.
Aunque Milei no da un discurso, estallan vítores atronadores cuando firma por primera vez la bolsa de un servicio de mensajería que le entregó un conductor y luego la sostiene triunfalmente. El programa radical y liberal de mercado de Milei, candidato a presidente por La Libertad Avanza, un partido libertario de ultraderecha, toca evidentemente una fibra de un sector de la clase trabajadora que está muy abajo en la jerarquía de ingresos.
«Necesitamos un giro de 180 grados»
«La situación es tremenda. Nos encontramos en una crisis económica, política y social», dice Rebeca Fleitas, en entrevista con DW. Es la primera diputada de La Libertad Avanza que logró llegar al Congreso de Buenos Aires.
Ahora, Milei aspira a la presidencia. Según encuestas recientes, va ligeramente a la cabeza y podría incluso calificarse para un probable balotaje en la primera ronda de las elecciones, el 22 de octubre de 2023.
«Aunque una vez fuimos una de las naciones económicamente más poderosas del mundo, ahora tenemos una pobreza del 40 por ciento y niños desnutridos y sin escolarizar. Lo que necesitamos es un giro de 180 grados», dice Fleitas. Y el símbolo de esto es la dolarización, es decir, la sustitución de la moneda nacional, el peso, por la moneda estadounidense.
Datos económicos dejan poco lugar a la esperanza
De hecho, la situación económica de Argentina es dramática. Hace pocos días, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó las nuevas cifras económicas: en el país sudamericano hay 18,5 millones de personas viviendo en la pobreza o en la pobreza extrema. La tasa actual de inflación es de cerca del 120 por ciento.
Cualquiera que pasee por las calles de la capital verá por todas partes refugios improvisados para personas sin hogar. En el centro de la Ciudad de Buenos Aires, los «arbolitos» o cambistas compiten con sus ofertas por el mejor tipo de cambio. Hay mendigos que intentan conseguir algunos pesos de los visitantes de cafés o restaurantes. En las vitrinas de los negocios, cuelgan el curso del día para el dólar, el euro y el real brasileño. La difícil situación económica es la ocasión ideal para un candidato como Javier Milei.
Los casi 19 millones de argentinos que viven por debajo del umbral de pobreza no piensan más en llegar a fin de mes, sino solo cómo sobrevivirán la próxima semana. El Gobierno del presidente peronista de centroizquierda Alberto Fernández, que fracasó con su política, aumentó el salario mínimo poco antes de los comicios presidenciales.
Fernández mismo ya había anunciado en abril que no iba a presentarse para un segundo mandato. Pero si eso ayudará a su candidato y ministro de Economía, Sergio Massa, a llegar a la Casa Rosada, es tan dudoso como el auge actual de Javier Milei.
Las propuestas de Milei son radicales: quiere desmontar masivamente las instituciones estatales, reemplazar el peso argentino por el dólar y facilitar la posesión privada de armas. Si bien sus posturas reciben un gran eco mediático a nivel nacional e internacional, existen grandes dudas en cuanto a la implementación de esas medidas. Y un número importante de argentinos les tienen miedo.
Sebastián Menescaldi, vicedirector de la empresa de la consultora EcoGo, ve obstáculos muy pragmáticos en el camino hacia un cambio de moneda en Argentina: «Dolarizar de un día para el otro la economía argentina es prácticamente imposible, porque el Banco Central no tiene dólares», explica.
Redacción Voz Libre con información de dw.com