En la convención republicana de California el magnate prometió una dura política migratoria y la operación más grande de deportaciones en Estados Unidos.
Donald Trump fue ovacionado el viernes por sus más fieles seguidores en la Convención del Partido Republicano de California (Cagop) tras burlarse de sus correligionarios que aspiran a la candidatura presidencial de su propio partido así como de los demócratas y hacer promesas de campaña entre las que destacó una dura política migratoria.
Como esperaban los presentes, Trump hizo un énfasis especial en el cierre de la frontera sur de Estados Unidos, acusando en múltiples ocasiones al gobierno de Joe Biden y a los demócratas de «mantenerla abierta».
Recibido con una ovación de pie, Trump arrasó en aplausos al prometer una dura política migratoria que pasa por «cerrar la frontera» con México y retomar las deportaciones masivas en el país.
«Vamos a tener la operación más grande de deportaciones», prometió el magnate.
Burlas contra Biden y sus adversarios republicanos
Trump aprovechó sus 90 minutos de discurso para atacar a los líderes del partido Demócrata en California y para burlarse del presidente y aspirante a la reelección Joe Biden a quien acusa de «destruir el país».
«El hombre no puede ni salir de una tarima», ironizó refiriéndose al mandatario de 80 años para el deleite de una sala a casa llena.
El expresidente también se mofó del gobernador de California, Gavin Newsom, y abordó problemáticas específicas del estado como la sequía, el precio de la gasolina, así como el aumento de las personas sin hogar.
Sobre sus correligionarios republicanos, el expresidente, de 77 años, tildó de «perdedor» a Chris Christie, uno de sus adversarios por la nominación presidencial, y arremetió contra el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien le sigue en las encuestas, en el acto inaugural del evento partidista en Anaheim, al sur de California.
«Fui yo quien tiñó Florida de rojo, no él. Todos se suben en mi tren», dijo refiriéndose al espaldarazo electoral que dio a DeSantis durante su pelea por Florida en 2018. «En otras palabras, sin mí estaba muerto», alegó.
Trump, que enfrenta múltiples desafíos legales que van desde acusaciones por el manejo indebido de secretos de Estado hasta conspiración para anular los resultados de las elecciones de 2020, prometió que de llegar a la Casa Blanca ordenaría la revisión del departamento de Justicia «para investigar a cada fiscal radical en Estados Unidos».
Redacción Voz Libre con información de dw.com