El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, recuerda en la apertura de la cumbre que la meta de los ODS acordados en 2015 es ante todo luchar contra la desigualdad y la pobreza.
«Ha llegado la hora» de actuar para cumplir las promesas de mejorar el futuro de la humanidad, dijo António Guterres ante un foro de mandatarios de todo el mundo. El secretario general de la ONU recordó este lunes (18.09.2023), en la apertura de la cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se celebra hasta mañana en Nueva York, que estas metas son ante todo una lucha para terminar con la desigualdad en el mundo, «una promesa para que nadie se quede atrás».
Reconoció que, en el ecuador entre la formulación de los ODS, acordados en 2015, y su fecha prevista para lograrlos, 2030, solo un 15 % están en camino de lograrse, pero siguen igual de vigentes como «promesa de un mundo de salud, progreso y oportunidad para todos». Y no es la primera voz que alerta de que podrían incumplirse. «En nuestro mundo de abundancia, el hambre es una mancha espantosa para la humanidad y una violación épica de los derechos humanos», lamentó.
Resumió los 17 objetivos en seis grandes conceptos: acabar con el hambre, transición a las energías renovables, avance en la digitalización para que llegue a todos, mejorar la educación que sigue siendo de pobre calidad en numerosas regiones del mundo, trabajo decente con protección social y frenar la guerra contra la naturaleza. Estos objetivos «encarnan las esperanzas, sueños, aspiraciones y expectativas de las personas de todo el mundo», insistió Guterres. «Ha llegado la hora de que los escuchen», espetó a la audiencia.
Guterres dijo que está creando «un grupo de países campeones» en el cumplimiento de los ODS para diseñar un plan sobre cómo diseñar reformas políticas y económicas concretas que ayuden a poner en marcha estas metas. Previamente, había tomado la palabra el presidente de la Asamblea General, el trinitense Dennis Francis, que dijo que esta cumbre «no debe ser un foro en el que señalar con el dedo la porción de culpa de cada cual, ni tampoco para aceptar la derrota», por lo que animó a los participantes a aportar propuestas concretas.
Redacción Voz Libre con información de dw.com