Antártida: temperaturas récord y derretimiento de la banquisa ponen en riesgo el clima global

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Un nuevo estudio científico publicado en la revista ‘Frontiers in Environmental Science’ vuelve a confirmar los graves impactos del calentamiento global en la Antártida. En febrero se registró la extensión más baja de la banquisa, el hielo marino, del continente. El estudio explica que aunque es posible revertir el deshielo, tomará décadas, sino siglos. Pero las alteraciones al ecosistema de la Antártida tienen efectos en cascada sobre el clima del conjunto del planeta.

La Antártida no es una región aislada de los efectos del cambio climático. La revista científica ‘Frontiers in Environmental Science’ publicó este 8 de agosto un estudio que relaciona el calentamiento global, provocado por el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, con el derretimiento sin precedentes de la banquisa.

Los científicos explican que no existe una solución inmediata, pero que es urgente tomar medidas para desacelerar el deshielo.

En febrero se registró una mínima extensión de la capa de hielo del verano antártico, desde que se empezó a monitorear en 1978. Ya el año pasado los registros marcaban una extensión menor a dos millones de kilómetros cuadrados, la mínima registrada antes de este nuevo récord. En la Antártida, el verano va de octubre a marzo, y el invierno, de marzo a octubre.

El calentamiento global, consecuencia en gran parte de las actividades humanas de quema de combustibles fósiles, ha hecho de la Antártida una región más vulnerable a los eventos meteorológicos extremos, y es “virtualmente seguro” que la situación empeorará, según el estudio. El cambio climático conduce a “aumentos de la amplitud y la frecuencia” de eventos meteorológicos extremos: olas de calor, colapso de plataformas de hielo y disminución de la banquisa.

La pérdida de zonas de hielo es un factor particularmente interconectado con las consecuencias del calentamiento global. Según una analogía de AP, si la Tierra pierde áreas cubiertas de hielo, sería como cambiarse una camiseta blanca por una negra en un día de verano. Esas áreas pasarían a absorber los rayos del sol en lugar de reflejarlos, reforzando así el calentamiento.

El estudio buscaba entender las causas de los eventos meteorológicos extremos. Se basó en mediciones propias y en investigaciones previas sobre los patrones de clima, el océano, la atmósfera, la criósfera (áreas de hielo en la superficie de la Tierra) y biosfera (áreas de la Tierra donde se desarrollan los seres vivos) de la Antártida.

“La extensión mínima de la banquisa de este año es 20% menor que el promedio de los últimos 40 años, equivalente a una pérdida de banquisa de diez veces el área de Nueva Zelanda”, explica a Reuters Tim Naish, director del Centro de Investigación de la Antártida en la Universidad Victoria de Wellington en Nueva Zelanda, que no participó en el nuevo estudio.

Redacción Voz Libre con información de france24.com | AP

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