Estás en una playa o en la costa sin socorrista y ves a una persona en el mar que se está ahogando. Además de dar la voz de alarma ¿Sabrías qué hacer en esa situación? Antes de actuar hay que analizar de forma rápida varias circunstancias, la primera es si estamos preparados para poder rescatarla sin correr riesgos.
Por ello, es fundamental la prevención y el sentido común. Cada vez más buscamos playas recónditas en las que estar solos y donde no llegan bañistas. Y esto entraña una serie de riesgos, porque muchas de ellas no tienen vigilancia por parte de socorristas.
En este sentido, el profesor de Socorrismo en el Ciclo formativo de Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva de la Universidad Europea, Daniel Arrabal, incide en la importancia de la prevención y la concienciación para evitar ahogamientos.
Si en alguna ocasión, se es testigo de un potencial ahogamiento y no hay socorristas, Arrabal detalla las claves para tratar de evitarlo. Primero hay que dar la voz de alarma.
“Dar un grito como vemos en las películas cuando preguntan si hay un médico en la sala. ¿Y por qué? porque puede ser que yo no tenga conocimientos suficientes o no sea capaz de llegar hasta la persona en peligro pero a lo mejor otra persona que está en la zona, sí y nos podemos ayudar”, explica el experto.
Mientras otra persona va llamando a Emergencias, se trata de actuar lo más rápido posible para aumentar las posibilidades de que la víctima salga con vida o con las menos lesiones posibles.
Una vez que se ha dado la voz de alarma, hay que valorar si el hecho de intentar rescatar a la víctima va a poner en riesgo la vida de uno mismo.
“Se trata de actuar con las cosas que yo sé hacer. Valorar si eres una persona que nada bien, que el mar no está excesivamente mal…En cualquier caso lo mejor es que no vayan varias personas a intentar rescatar a la víctima en el mar porque pueden aumentar los riesgos. Lo ideal es que si hay varias, una de ella actúe como líder por así decirlo y organice”, apunta el experto.
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha elaborado un documento con preguntas y respuestas sobre los ahogamientos. Precisamente señala que en el ideario popular la persona que se ahoga grita, bracea y pide ayuda, sin embargo, “el ahogamiento es sutil y silencioso”.
“El ahogado bracea bajo el agua, con la mirada fija en la orilla, mientras trata de sacar la cabeza para respirar”, explica SEMES.
Tranquilizar a la víctima
Una vez que se ha decidido actuar e ir al rescate de la persona en cuestión, si está consciente hay que tratar de tranquilizarla para que el remolque sea más sencillo. Y si en la playa hay algún objeto que flote como flotadores, pequeñas tablas de surf, será mejor llevarlos para que la víctima se pueda agarrar y tenga más flotabilidad.
Si la víctima está consciente, hay que acercarse pero sin tener contacto con ella directamente, hay que tratar de hablarla.
“Y si veo que la persona no me atiende porque es muy posible que ni me escuche, por ese estado de nervios, debería valorar cómo coger a la víctima e incluso esperarme un momento a cierta distancia para que se desgaste, no que se ahogue, sino que no tenga tanta fuerza”, apunta Arrabal.
A continuación hay que cogerla debajo de las axilas para colocarla boca arriba, de forma que mantenga las vías aéreas fuera del agua y ahí realizar el remolque, con una patada de remolque, tal y como indica el experto de la Universidad Europea.
¿Y si está inconsciente?
En el caso de que la víctima esté inconsciente, el remolque es el mismo, evidentemente se le pone boca arriba, y una vez en la playa hay que cerciorarse de que respira.
“Hay que abrir las vías aéreas haciendo una maniobra que se denomina frente-mentón, que es una ligera extensión cervical y comprobar durante 10 segundos si la víctima respira, acercándonos a ella para sentir el aire y mirándola hacia los pies, si el estómago o el abdomen se expanden”, incide Arrabal.
Si no respira, la recomendación es empezar con la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP), si se desconoce cómo hacerla, hay que volver a contactar con el servicio de emergencias, poner el altavoz del teléfono y escuchar las instrucciones que den los sanitarios para realizarla.
Redacción Voz Libre con información de EFESalud