Después del anuncio del Departamento de Justicia en donde se señala del arresto de dos individuos y la publicación de tres acusaciones formales en los distritos este y sur de Nueva York contra empresas con sede en China y sus empleados por crímenes relacionados a la producción, distribución y venta de fentanilo a partir de precursores químicos; el Embajador de Estados Unidos en México Ken Salazar emitió un comunicado en donde se precisa que la cooperación con México para interrumpir el tráfico de fentanilo y sus precursores es crucial dada la realidad del tráfico de esta sustancia entre Estados Unidos y México.
Tan solo una de estas empresas trafico a los Estados Unidos 200 kilogramos de precursores vinculados al fentanilo, cantidad capaz de producir las dosis suficientes para matar a 25 millones de estadounidenses.
Por otro lado, en un mensaje de Anne Milgram dijo que “el anuncio de hoy es un considerable paso hacia adelante en nuestra lucha implacable contra el fentanilo, yendo contra la amenaza donde comienza”, dijo la Administradora de la DEA Anne Milgram. “Se alega que estas empresas e individuos a sabiendas proveyeron a narcotraficantes en Estados Unidos y México los ingredientes y el saber científico necesario para hacer fentanilo, una droga que continúa devastando a familias y comunidades en todo Estados Unidos, matando estadounidenses de todo tipo. Ir contra redes criminales de drogas completas, desde la fuente del suministro hasta la última milla de distribución es crucial para salvar vidas estadounidenses. La DEA no se detendrá hasta que termine esta crisis”.
Estas acusaciones, representan los primeros cargos contra empresas de manufactura química con sede en China y contra ciudadanos de la República Popular China por tráfico de precursores del fentanilo a los Estados Unidos. Específicamente, la acusación alega que los ahora acusados, a sabiendas, fabricaron, mercadearon, vendieron y ofertaron precursores químicos para producción de fentanilo en Estados Unidos en violación a la ley federal.
Durante estas investigaciones, la Agencia Antidorgas (DEA) decomisó más de 200 kilos de precursores relacionados al fentanilo, una cantidad que podía contener suficientes dosis mortales para matar a 25 millones de estadounidenses.