La inflación general continuó disminuyendo en la mayoría de las economías, aunque permanece en niveles elevados. El componente subyacente ha mostrado resistencia a disminuir. Diversos bancos centrales han dejado de incrementar sus tasas. No obstante, algunas autoridades monetarias de economías avanzadas, después de haber mantenido sin cambios su tasa de referencia, volvieron a incrementarla.
Las perspectivas de crecimiento mundial para 2023 siguen apuntando a una desaceleración, aunque ligeramente menor a la anteriormente prevista. Entre los riesgos globales destacan la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas, condiciones financieras más apretadas y en menor medida los retos para la estabilidad financiera.
En México, desde la decisión de política monetaria previa, las tasas de interés de valores gubernamentales de corto plazo disminuyeron. Las de mediano y largo plazos mostraron movimientos acotados. El peso mexicano se apreció. La actividad económica ha mostrado resiliencia ante un entorno externo complejo. El mercado laboral continúa presentando fortaleza. El balance de riesgos para el crecimiento se encuentra equilibrado.
Desde la última reunión de política monetaria, las inflaciones general y subyacente anuales siguieron descendiendo. Sin embargo, ambas se mantuvieron elevadas al situarse en la primera quincena de junio en 5.18% y 6.91%, respectivamente. El componente no subyacente continuó en niveles históricamente bajos, al ubicarse en el mismo periodo en 0.03%. Para 2023, las expectativas de inflación mostraron ajustes acotados. Las de mayor plazo se mantuvieron relativamente estables en niveles por encima de la meta.
Los pronósticos para la inflación general se ajustaron marginalmente a la baja para algunos trimestres.
Los correspondientes a la inflación subyacente permanecieron prácticamente sin cambio.
Redacción Voz Libre con información de banxico.org.mx