“El indigente del Tecno” no puede seguir libre un día más
Los colectivos defensores de los derechos de los animales en Durango lo llaman “el “chupatrusa” o “indigente del Tecno”; es un sujeto en situación se calle contra quien ya se interpusieron dos denuncias ante la Fiscalía General del Estado (CDI/FGE/R1/DGO/06569/23 y CDI/FGE/R1/DGO/06570/23 por violentar animales, perros principalmente.
Hace cuatro días, activistas en pro de la vida animal se plantaron frente a Catedral para demandar la intervención de las autoridades correspondientes para impedir que esta persona, aparentemente fuera de raciocinio -aunque eso nunca es excusa para la maldad- siga abusando de los perritos que encuentra a su paso.
“A la cárcel o al Psiquiátrico, él no debe seguir libre”, fue el “slogan” de la movilización en el centro histórico, además de que iniciaron recolección de firmas virtuales a través de Change.Org, donde muy rápido lograron reunir 13 mil 739 firmas de las 15 mil proyectadas en la petición. Se sigue solicitando la colaboración de los internautas para identificarlo con nombre y apellidos, a fin de especificar esto en las denuncias en su contra presentadas en la Fiscalía estatal.
Y, contra los que aún opinen lo contrario, el respeto a los derechos de los animales es hoy en día tema de agenda mundial, por lo que ninguna sociedad puede ser omisa ante esto o argumentar que primero va tal o cual segmento ciudadano y luego debemos preocuparnos por los perros y otros animales; violencia es violencia y no debe ser tolerada contra nadie, mucho menos contra seres indefensos.
Ya han habido otros casos de agresores de perros, a quienes se ha acusado también de ser un peligro para los niños o mujeres de su alrededor (recuérdese el caso de “Titán”, rescatado por una asociación, pero que no pudo sobrevivir al maltrato, o el de otros muchos, como “Palomito”, víctimas de abuso sexual), y resulta que los delincuentes han salido libres, como si nada, a seguir cometiendo actos criminales. No puede ser tolerado ni por las autoridades ni por nosotros como ciudadanos.
Ahora bien, es cierto que en Durango capital va en rápido aumento el número de personas en situación de calle; incluso recientemente el regidor de MORENA, Jorge Silverio Álvarez, dio a conocer que tenía información de que decenas de estas personas eran trasladadas a esta capital desde otras partes y dejadas a su suerte. No abundó en quiénes serían los responsables de este tráfico de personas.
Por su parte, el alcalde José Antonio Ochoa también admitió que es una situación que se está convirtiendo en un serio problema social, porque se trata de personas sin familia, viviendo en las calles, y muchos de ellos padecen incluso trastornos mentales.
Y efectivamente, ya no es sólo el hecho de que una persona en situación de calle pida una moneda para comer a los transeúntes -lo cual es muy triste, porque hay quienes no tienen otra opción que vivir de la caridad pública, pero quisieran trabajar- y eso es muy distinto a andar por la calle sin control y sin importar a quien se pueda hacer daño.
Hace unas semanas, en lo personal, me tocó ahuyentar de las afueras del templo Los Ángeles, frente al Parque Guadiana, a un hombre, al parecer desquiciado, que se “daba vuelo” destruyendo espejos de los autos estacionados fuera de ese espacio religioso. Seguramente los propietarios de todos esos autos estaban en misa mañanera, mientras afuera alguien ajeno a sus vidas les causaba un perjuicio, sin motivo alguno.
Sería injusto generalizar y decir que todas las personas en situación de calle representan un riesgo para los demás o que contribuyen a un incremento de la inseguridad, pero tampoco se puede negar que, al ser demasiados, ya están generando un problema y hay algunos particularmente agresivos, como este individuo de alrededores del Tecnológico.
Si bien es cierto, la cárcel no es un sitio apropiado para estas personas, el Hospital Psiquiátrico está saturado y tampoco hay presupuesto que alcance para crear instalaciones donde puedan encontrar refugio y rehabilitación, pero hay casos en los que la investigación y posterior aplicación de la ley no deben demorar ni un día más.
¿De cuándo acá permitimos, como sociedad, que ande un tipo suelto, trastornado o no, atacando animales brutalmente, como si eso fuera un delito menor? Es algo grave y se tienen que tomar acciones legales ya, dando a esto la importancia que se le debe dar, porque ahora es hacia los callejeritos (que ya es motivo más que suficiente para apresarlo), pero después será hacia personas indefensas.
Y, si merodea por el Instituto Tecnológico, entonces no se esconde y sus deleznables delitos tampoco están muy ocultos que digamos. Si no reaccionamos ante este salvajismo, que se ubica en lo más abominable de la escala de comportamiento humano, estas agresiones seguirán impunemente. Por cierto, muy bien por los grupos activistas que le dan voz a los que no pueden hablar. Urge acción, y pronto, sin tardanza.
COLMILLOS Y GARRAS
HACE DOS SEMANAS se informó oficialmente que todas las pacientes de meningitis habían sido dadas de alta, aunque se mantenían bajo monitoreo permanente por parte de las autoridades sanitarias; empero, ayer se aseguró que tres pacientes siguen hospitalizadas debido a las secuelas y reacciones al medicamento, en tanto que otras siete se mantienen en tratamiento ambulatorio… DE LA MISMA manera, se dio a conocer que las autoridades sanitarias del estado siguen atendiendo de manera integral a los 75 infantes que perdieron a sus madres por esa causa, la mayoría en edades menores a los 10 años… TAN SÓLO AL municipio de Vicente Guerrero, la pasada administración estatal le quedó debiendo 10 millones de pesos en participaciones federales, los cuales ya dio por perdidos la alcaldesa Juanita Acevedo, porque “¿a quién se lo cobramos?”, les preguntó con ironía a los medios de comunicación que la abordaron.
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