LA RAYA DEL TIGRE

Compartir

Hasta “bandolero” llama AMLO a Loret, pero le permite hacer su trabajo

Logo Raya del Tigre

El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió al reto lanzado por el periodista Carlos Loret de Mola para entrevistarlo en Palacio Nacional: “Es un hampón; me reservo el derecho de admisión aquí; no puedo reunirme con bandoleros, no puedo reunirme con malandros”, enfatizó.

Asegura que no se dejará entrevistar por él y que tampoco quiere que vaya a Palacio Nacional; en cambio, hizo un llamado al periodista para que mejor le responda sobre el cambio de bienes que le propuso hace unos días.

Con este intercambio de dardos se profundizó el encono entre el presidente y Loret de Mola, el periodista más crítico de la Cuarta Transformación, pero muy moderado en sexenios anteriores, cuando también sucedieron hechos que merecían al menos una descalificación de su parte; sin embargo, los contrapesos siempre deben ser bienvenidos por cada gobierno en turno.

El periodista de Latinus -un medio de comunicación diseñado exprofeso para señalar a la 4T-le ha dado giros drásticos a la agenda del presidente en varias ocasiones; por ejemplo, puso en jaque a su régimen con la denuncia de la “casa gris”; luego con aquel video en el que apareció Pío López Obrador, hermano de AMLO, recibiendo dinero en efectivo, presuntamente para campañas políticas, entre otros casos que ha ventilado.

Y si bien estas publicaciones han tenido un impacto real en el ejercicio de gobierno, llama la atención que el periodista no ha dejado de hacer su trabajo crítico, aparentemente sin ser acosado por funcionarios de AMLO o por él mismo, fuera de lo que dice abiertamente sobre su trabajo, o que es “un hampón”.

Claro, no debería sorprendernos que no lo amenace o estrangule su medio de comunicación hasta asfixiarlo, pero en un país donde el periodismo crítico enfrenta tantas resistencias, es atípico que un presidente “aguante vara”. Eso no se había visto antes en ningún otro régimen, ni con los panistas y menos los priistas, que tenían la piel tan delgada.

En tiempos de Vicente Fox fue desterrado el comunicador que evolucionó el periodismo radiofónico en México, José Gutiérrez Vivó. Nunca volvió a los micrófonos, pese a haber tenido las máximas audiencias en el país.

Felipe Calderón, por su parte, persiguió a Carmen Aristegui y encarceló a Jesús Lemus, por haber dado a conocer presuntos nexos de Luisa María Calderón, hermana de Felipe, con el crimen organizado en Michoacán, aparte de encubrimientos y omisiones respecto a múltiples abusos en diversas entidades.

De los mandatarios del tricolor es interminable la lista de atropellos contra periodistas; de hecho, algunos presidentes y secretarios de Gobernación fueron de intolerancia extrema, desde Luis Echeverría, Gustavo Díaz Ordaz, el propio Manuel Bartlett, Fernando Gutiérrez Barrios, Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto, por mencionar los más represivos y de línea “dura”.

Por todo esto, el solo hecho de que AMLO se mantenga permisivo con las críticas a él, su gobierno y su familia, es uno de sus pocos o moderados aciertos, aunque algunas voces le atribuyan características de un dictador e insistan en que no soporta la mínima diferencia de opiniones, pero en la práctica parece otra cosa, aunque ha tenido sus encontronazos públicos con algunos comunicadores de alto perfil.

Y ya que el periodismo implica la crítica del poder y que esta labor es parte del fortalecimiento político y democrático en cualquier país, a ambas partes les asiste el derecho de disentir en temas de la agenda nacional, aunque siempre un presidente tendrá esa innegable ventaja: ser el que manda.

López Obrador está en su derecho de quejarse del periodista, de ventilar también información sobre su quehacer o descalificarlo, pero no tiene derecho a tocarlo o impedir que siga haciendo su trabajo ordinario de informar a la sociedad, si bien a veces puede ser información sesgada.

Cuestionable o no, lo que periódicamente da a conocer es de interés público y nadie debe impedirle que lo siga haciendo. El encono de AMLO y Loret parece irremediable, pero mientras no pase de ahí, seguirá siendo parte del devenir mediático en este país. Otros gobernantes deben aprender y practicar de esta dinámica, para ver si las cosas comienzan a cambiar. Al tiempo.

COLMILLOS Y GARRAS

LAS AUTORIDADES MUNICIPALES estimaron que unas cien mil personas participaron en la romería del 10 de Mayo en los distintos panteones de la ciudad y por supuesto el de Oriente acaparó la mayor afluencia de visitantes desde días anteriores… HASTA EL GOBERNADOR Esteban Villegas se quejó de las altas tarifas que se cobran en la supercarretera Durango-Mazatlán. “No están tan baratitas las cuotas en casetas, como para que ni las luces de los túneles enciendan”, dijo y también anunció que, junto con su homólogo de Sinaloa, van a exigir a Caminos y Puentes Federales que baje los costos a los viajeros… LA MAYORÍA DE los restaurantes se vieron colmados desde ayer por la mañana, afortunadamente. El festejo del 10 de Mayo representó un día muy esperanzador para los dueños de negocios en general y para los establecidos en línea.

TWITTER: @rubencardenas10

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *