¡Cuatro mujeres desaparecieron en un sólo día aquí! Y nadie se inmuta
A la mitad de la semana que concluye fue reportada la desaparición de cuatro mujeres en Durango, en hechos por separado: Dos jóvenes, una menor y una adulta de 54 años de edad, de quienes nada se sabe hasta el momento, pese a las acciones de búsqueda por parte de sus familiares y de autoridades.
La Fiscalía estatal dio a conocer el primero de estos cuatro casos, el de Diana Fernanda Sánchez Fernández, de 18 años de edad, quien aparentemente fue vista el pasado 24 de abril en inmediaciones de la colonia Justicia Social, aquí en la capital del estado.
Después, el Programa Esmeralda, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública, emitió el segundo reporte y pidió el apoyo ciudadano para localizar a una joven de 22 años que desapareció en esta ciudad. Se le identificó como Fabiola Sánchez Simental, de complexión robusta y con una estatura aproximada de 1.75 metros.
El tercer reporte fue difundido por facebook sobre la desaparición de Luz del Carmen Chacón, de 54 años, a quien se dejó de ver desde el pasado 21 de los corrientes en la comunidad de Nogales, municipio de El Oro. Algunos usuarios de redes sociales aseguraron haberla visto por la carretera que lleva a La Tinaja, pero hasta hoy no ha sido localizada.
Y el último reporte lo emitió Fundación Semilla, una organización de apoyo a grupos originarios. Pidió la colaboración del público para localizar a Paulina, una adolescente indígena que llevaba una semana desaparecida al viernes anterior.
A través de su sitio en Facebook, la organización informó que la joven se había ido de vacaciones a la sierra con su padre y hermanos; sin embargo, cuando fueron por ellos para regresarlos a la capital del estado, el padre indicó que desde un día antes no sabía nada de la menor.
Tras iniciar la búsqueda, algunos familiares afirmaron que también había desaparecido un joven de 18 años, Teodoro, primo de Paulina, por lo que se presume que podrían estar juntos.
Se les buscó en el municipio de Mezquital y algunos datos indicaron que estarían en Fresnillo, Zacatecas, a donde habrían ido a buscar trabajo, pero no fueron localizados.
Luego, en esta capital, continuaron las indagatorias y nuevos testimonios la ubicaron en un albergue indígena, donde presumiblemente la había dejado Teodoro y donde dijeron haberla visto; también se aseguró que un adulto la escondía, pero éste negó la acusación. Sea como fueren las cosas, Paulina sigue en calidad de desaparecida hasta hoy.
Es difícil recordar cuatro reportes de desaparición de mujeres en Durango solamente en un día, pero aún así la noticia no trascendió y todavía no hay resultados. Los medios de comunicación no le dieron la importancia requerida, ni los diversos organismos defensores de los derechos de las mujeres parecen estar al tanto de la situación tanto de ellas como de sus familias.
Como sociedad debemos seguir demandando una búsqueda intensa hasta encontrarlas. Una sola desaparición es ya demasiado en una sociedad tan lastimada y agraviada como la nuestra, pero cuatro es como para reforzar los protocolos de búsqueda y no darle carpetazo a ninguno de los casos. Desde el rol que nos toca desempeñar, hagamos algo para que cada desaparición siga siendo visibilizada hasta llegar a la respuesta.
COLMILLOS Y GARRAS
EL REGIDOR DE MORENA, Silverio Álvarez, propuso ayer en la sesión de Cabildo regresar su nombre original a la Avenida Gómez Morín; es decir, que la llamemos nuevamente Estación Central, como hasta hace seis años…. FUE EN LA administración municipal de José Ramón Enríquez cuando se le cambió el nombre a esta vialidad, pero nadie la identificó por Gómez Morín, lo mismo que ha ocurrido con otras arterias a las cuales se ha intentado ponerles otro nombre distinto al tradicional, sin mucho éxito. A la calle Libertad pocos la llaman Lázaro Cárdenas, por ejemplo. Y así pasa con Saucos, Pateros, Apartado, Fresno… ENTONCES, LO IDEAL sería que los políticos respetaran la historia y la fuerza de la costumbre, ya que por algo fueron llamadas así. Si se trata de nuevos asentamientos, bueno, pero que dejen en paz nuestro Centro Histórico.
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