LA RAYA DEL TIGRE

Compartir

La insensatez de Creel… y los demás “haciéndole el caldo gordo”

Logo Raya del Tigre

¡Vaya manera de perder el tiempo por parte de los diputados federales! Como si no hubiera una agenda legislativa atrasada con temas urgentes, dedicaron horas al debate de ese ridículo episodio de no permitir la entrada de militares armados al salón de Plenos del recinto legislativo para rendir honores a la bandera. Creen que su arranque patriotero va a impresionar a una ciudadanía que sabe diferenciar las banalidades de lo realmente prioritario.

La postura del panista Santiago Creel, quien quiere la candidatura de su partido hacia el 2024 y que preside la Cámara de Diputados en este periodo, de impedir que los integrantes de la escolta tuvieran acceso al salón de Plenos “porque andaban armados”, quedó para registrarse en la larga lista de acciones de doble moral tan típica del blanquiazul.

Y podrá estipular la Constitución que ningún portador de arma de fuego entrará al recinto parlamentario, pero la verdad es que, en la práctica, ha sucedido muchas veces y nadie dijo una palabra. Además, el vestíbulo forma parte del recinto, así que, en un estricto apego a la ley, ni ahí debió entonces permitirse el homenaje al lábaro patrio.

Por donde se le vea, Creel se portó muy purista, rayando en lo absurdo; lo increíble es que nadie quiso recordarle que, en cada una de las sesiones de cambio de poderes, asisten al Palacio Legislativo decenas de Jefes de Estado y la mayoría entra con sus escoltas debidamente armados. Así ha sido siempre.

Personajes como los Secretarios de Estado norteamericanos, líderes árabes o israelíes, presidentes como Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro, entre otros muy protegidos, siempre tuvieron custodios -y armados- dentro de San Lazaro. Ni modo que alguien se los impidiera.

Por ejemplo, uno de tantos protocolos de seguridad del Servicio Secreto norteamericano es tomar, por lo menos 24 horas antes del evento, la sede a la que asistirá su mandatario o quien lo represente, en el país a donde sea invitado, así sea un aliado o uno muy amigable.

No se diga cuando el presidente de la República en turno acude a San Lázaro en ocasión de su informe de gobierno o alguna sesión solemne; sus escoltas invariablemente entran armados al Salón de Plenos, si bien de manera discreta, claro. Son valores entendidos.

En el sexenio de Felipe Calderón, cuando supuestamente le declaró la guerra a los cárteles de las drogas y estaba amenazado por estos, cada vez que asistió a la Cámara de Diputados fue resguardado hasta por francotiradores en posiciones estratégicas dentro y alrededor de la sede parlamentaria; no a la vista, pero allí estaban.

De manera que rasgarse las vestiduras por algo tan rutinario como una ceremonia de honores a la bandera dentro de la sesión del Congreso (pues los integrantes de la escolta también cumplen con una misión marcial, según la legislación de la milicia), sencillamente mide la estrechez de criterio de un político en posición de liderazgo y quien aspira, además, a llegar a Palacio Nacional.

De la misma manera, los demás legisladores quedaron exhibidos al dedicarle tanto tiempo y energía al incidente y “hacerle el caldo gordo” a quien preside la mesa directiva de la Cámara de Diputados, convencidos de que allí seguirá, dado que, para removerlo, se requieren las dos terceras partes de la votación del Congreso y MORENA no las alcanza, ni con sus aliados. Muy lamentable que nuestros diputados se entretengan en lo trivial y dejen para después lo crucial.

COLMILLOS Y GARRAS

LOS CONFLICTOS EN el Tribunal Superior de Justicia aumentan no solamente al exterior, sino también al interior. Los magistrados del Poder Judicial del Estado acordaron, debido a la zozobra que prevalece por la rescisión de trabajadores del Consejo de la Judicatura, el cese inmediato de todo despido correspondiente a la 1a y 2a instancia, así como de áreas administrativas… ADEMÁS, SE CREÓ una comisión de seis magistrados, quienes realizaron una valoración de la situación actual y presupuesto para posteriormente, bajo el escrutinio del Pleno de Magistrados, determinar las acciones convenientes y necesarias que permitan la sanidad de las finanzas… COMO SE VE, son acciones para tratar de remediar las cosas en el Poder Judicial, por encima de la presidenta del más alto tribunal de justicia en el estado,  Yolanda De la Torre.

TWITTER @rubencardenas10

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *