LA RAYA DEL TIGRE

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Como con Evo Morales, otra vez el tiempo parece darle la razón a AMLO

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Cuando, en los primeros días del mes de noviembre del 2019, el ejército boliviano exigió la renuncia de Evo Morales, quien legítimamente había ganado la reelección presidencial semanas antes, el gobierno mexicano jugó un rol crucial para evitar la ejecución del mandatario depuesto y, al protegerlo, AMLO fue criticado por “respaldar la lucha de un dictador”.

 Sin embargo, el tiempo le dio la razón; el pueblo le regresó el gobierno al movimiento de Morales y Jeanine Áñez, quien se había proclamado presidente de esa nación, terminó en la cárcel. Hubo consenso internacional en cuanto a que había sido un golpe de Estado contra un gobierno legítimo.

Ahora, en el caso de Perú, con el derrocamiento de Pedro Castillo y tras concederle México asilo político a su familia -que obviamente sufría hostigamiento y acoso- podría ser cuestión de tiempo para que, una vez más, los hechos apunten a que López Obrador actuó bien en este caso, muy aparte de que no siempre lo haga.

En el golpe al gobierno de reelección de Evo Morales, la derecha boliviana y de diversos países celebró la caída de un “izquierdoso”, de esos que ahorcan a sus pueblos y “los orillan a vivir en condiciones de miseria”; empero, fue ejemplar la reacción del pueblo boliviano, que se enfrentó a la milicia de su país y esa presión propició el regreso del régimen depuesto, es decir, la mayoría en Bolivia nunca quiso la caída de Evo Morales, cuyo movimiento social regresó al poder, aunque no encabezado por él.

Y la senadora Jeanine Áñez, que se había proclamado mandataria, tuvo que irse y no a casa, sino a prisión. Entonces, la que tanto criticó a AMLO por injerencista acabó siendo la responsable de la violencia desatada en ese país, que produjo la muerte de decenas de manifestantes que exigieron al grupo en el poder el regreso de un régimen que ellos mismos habían elegido.

Vergonzante fue el papelazo de la Organización de Estados Americanos al aprobar la renuncia de Morales a manos del Ejército de Bolivia, la llegada de un nuevo régimen, muy impopular por cierto, y después aceptar que ese régimen propició un golpe de Estado y que sus orquestadores debían pagar por ello.

Con lo sucedido en Perú hace dos semanas, nuevamente la derecha festejó que dejara el poder un hombre de izquierda, “nefasto”, “naco” y “loco”, incluso incapaz de gobernar, y que volviera a liderar el país inca alguien de la derecha, como Dina Boluarte, quien de inmediato criticó a López Obrador por respaldar al gobierno depuesto de Pedro Castillo.

Y, tan pronto como el gobierno mexicano aceptó la solicitud de asilo político a la familia de Castillo, el gobierno peruano declaró persona  “non grata” al embajador Pablo Monroy, a quien le dieron 72 horas para dejar tierras peruanas, como si México le hubiera declarado la guerra a Perú. La respuesta diplomática mexicana a este exabrupto del nuevo gobierno peruano fue de mantener la relación y esperar mejores tiempos para superar la controversia. La esposa de Castillo e hijos están a salvo en México y el embajador ya está de regreso a casa.

En Perú la convulsión lleva dos semanas; las protestas en las calles se multiplican, en demanda del regreso de Pedro Castillo al poder. Tan subida de tono está la revuelta, que la próxima elección presidencial ya se postergó hasta el 2024, porque la élite derechista sabe que perderían los comicios con facilidad el año entrante.

Así, aquellos que festejaron al inicio la caída de Castillo, hoy están a la expectativa, porque otra vez la mano se advierte que fue la derecha golpista la que ilegalmente quiso acabar con el gobierno legítimo de Castillo. La OEA, hasta hoy, ha preferido guardar silencio. El paso de los días, pues, parece darle una vez más la razón a AMLO. Al tiempo.

COLMILLOS Y GARRAS

SEGÚN LA APRECIACIÓN de la Cámara de Comercio en Durango, la cena de Navidad costará hasta un 30 por ciento más que la del año anterior, debido a los aumentos en productos e insumos durante las últimas semanas. Pues bien, aun cuando parece mucho, es una proyección austera, porque el costo real es bastante más alto… EL PRI ACEPTÓ que por él mismo ya no es competitivo en una elección cualquiera, por lo cual necesita ir en bloque con el PAN y el PRD; más temprano que tarde deberá aceptar también que ni juntos tendrán garantía de triunfo… Y, DESGRACIADAMENTE, UN paisano proveniente de Estados Unidos se quitó la vida, a muy pocos días de volver a la convivencia con sus familiares, en el municipio de Mezquital. No se saben más detalles.

TWITTER @rubencardenas10

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