En cualquier otro estado ya se estaría haciendo justicia
En cualquier otro estado del país, ya estarían señalados los culpables de la tragedia de meningitis y ordenada su captura, pero como Durango no hay dos. Por increíble que parezca, pese a que hasta ayer por la mañana sumaron 19 las víctimas mortales en esta crisis sanitaria, no hay todavía culpables y las autoridades sanitarias federales han entrado también en una dinámica que parece dilatar la investigación, porque no tienen prisa en aplicar la justicia como corresponde.
La reciente visita del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, sólo sirvió para que aumente la desconfianza en la tortuosa investigación que han realizado en el Sector Salud y la Fiscalía del Estado desde hace algunas semanas. El funcionario de AMLO tuvo un desenvolvimiento aquí como el de todas las tardes aquellas en que solía dar a conocer diariamente el panorama sobre las novedades del COVID-19. No se le quitó la costumbre de dar informes con conclusiones políticas, no científicas y menos apegadas a la realidad de la salud.
Cómo es posible que haya venido a Durango, por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo a lo que dijo, y no traiga una sola esperanza de vida para las muchas pacientes de meningitis que luchan todos los días por su vida en el Hospital 450, además de que envolvió todavía más la madeja de las investigaciones y sostenga que falta mucho tiempo para llegar a una conclusión.
Por supuesto que más bien parece un ardid de López Gatell, quien no dio una en el seguimiento del COVID-19, ni parece representar algo de ayuda en la solución de esta crisis sanitaria que se vive en Durango.
Tienen toda la razón las familias de las fallecidas por meningitis al exigir apoyos y justicia para sus familiares que perdieron la vida tras la actuación de una larga cadena de corrupción que estuvo operando en el curso de los últimos meses. Es obvio el involucramiento de exfuncionarios del pasado régimen y hay responsabilidades también en funcionarios del presente sexenio. La justicia no debe tardar en llegar, si no quienes están al frente del estado deben atenerse a las consecuencias, porque con la ciudadanía no se juega.
Mientras tanto, expreso mi más profunda pena por las víctimas de la meningitis y mi solidaridad con sus familiares. Me uno a la enérgica exigencia para que estas muertes no queden en la impunidad, que caigan los culpables y se ampare a los menores que han quedado en la orfandad.
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Necesitamos urgente la participación de autoridades de otros estados o federal ya que en durango reina la impunidad y la corrupción