Sólo fue un acarreo descarado, ni marcha ni desfile
La marcha, desfile, manifestación o como le llame AMLO, no fue más que un descarado acarreo de miles de ciudadanos, algo indigno en este país que sigue aspirando al fortalecimiento democrático.
¿O qué vale más? ¿La utilización de todos los recursos del Estado para obligar a miles a movilizarse o la expresión genuina de 800 mil mexicanos que decidieron salir a las calles del país hace dos semanas para defender nuestra democracia, a nuestras instituciones electorales? Porque la del pasado día 13 de Noviembre fue una auténtica marcha ciudadana, legítima, sin acarreados. La gente salió a expresar su repudio a un gobierno que sólo representa una dictadura recalcitrante.
Cada mexicano sensato debe responderse correctamente y reflexionar acerca de lo que se puede pasar en nuestro país con un gobierno que intentará imponerse a costa de violentar en forma flagrante nuestra Carta Magna.
Por más que haya presumido el presidente Andrés Manuel López Obrador que a su evento dominical asistieron más ciudadanos que a la marcha de hace dos semanas, no puede negar que casi un millón de mexicanos se manifestaron hartos en contra de su gobierno, de la polarización que creó porque diariamente se confronta con sectores políticos y sociales del país. La sociedad mexicana se cansó de un presidente pendenciero que arremete en contra de todo aquel que no le aplaude sus ocurrencias.
López Obrador puede engañarse solo, pero no a los mexicanos, por más que siga haciendo uso de los recursos del erario para tratar de comprar conciencias, no lo logrará. Los mexicanos decidieron ponerle un alto a sus mesiánicas estrategias y no permitirán el avance de su proyecto de cuarta en el país. Para AMLO, la suerte está echada y lo que se propone no llegará más allá del 2024. Que mejor no le busque, cada día es mayor el número de ciudadanos arrepentidos de haber votado por él hace 4 años, así que lo mejor es que vaya pensando en refugiarse en su propiedad de Palenque, Chiapas.
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